Madrid, 28 oct (EFE).- El inglés Jude Bellingham, la gran irrupción de la temporada en LaLiga española, emergió con un doblete para ofrecer la remontada al Real Madrid en el clásico ante el Barcelona en el Olímpico Lluis Companys (1-2) y permitir al cuadro de Carlo Ancelotti seguir al frente de la tabla, igualado con el Girona, que el viernes ganó con polémica al Celta (1-0).
El conjunto blanco estuvo a merced del Barcelona durante una hora, pero a los pupilos de Xavi Hernández les faltó acierto y fortuna para ‘matar’ el encuentro y lo pagaron muy caro con los goles de Bellingham, el inesperado máximo artillero del torneo.
El alemán Ilkay Gundogan, tras aprovecharse de un error de la zaga y la endeblez en el despeje del austríaco David Alaba, alimentó las esperanzas azulgranas a los seis minutos. El gol, acompañado por la falta de intensidad y la carencia de juego en los madridistas, era todo un aval para un Barcelona que pese a las bajas era netamente superior a su rival.
En cambio, la madera, en remates del joven Fermín y de Íñigo Martínez, Kepa Arrizabalaga y la falta de acierto, frustraron el intento de sentencia del Barcelona y permitió al Real Madrid crecer paulatinamente con la entrada del francés Eduardo Camavinga y el croata Luka Modric en su partido 500 con la elástica blanca.
Con Vinicius sin apenas protagonismo futbolístico apareció, una vez más, Bellingham para dinamitar el clásico, primero con un lejano zapatazo (m.68) para igualar la contienda y en la prolongación (m.92) para, tras un afortunado toque del balón en la bota de Modric, sentenciar el 1-2 ante el meta alemán Marc André Ter Stegen.
Absoluta decepción para los jugadores barcelonistas, que veían escaparse un clásico que tuvieron encaminado, y alegría para los madridistas, que supieron rehacerse cuando parecían tenerlo peor por la eficacia de un Bellingham en estado de gracia ante las porterías rivales.
La victoria le permite mantenerse al frente de la tabla igualado con el Girona y con cuatro puntos de ventaja sobre el Barcelona, que perdió su primer partido de la temporada. El Atlético es cuarto a seis, pero con dos encuentros menos.
Las Palmas, para no ser menos, también firmó su victoria en la prolongación (1-2) ante el colista Almería, único que aún no conoce la victoria, gracias a un disparo cruzado del delantero guineano Sory Kaba, que por fin encontró el camino del gol.
Su preciso remate desequilibró un choque en el que el equipo canario tomó ventaja en la primera mitad con un tanto del hispano-marroquí Munir El Haddadi (m.23) y respondió el bloque de Gaizka Garitano en la segunda por medio del belga Largie Ramazani (m.73), pero el intento de remontada lo cortó de raiz Kaba.
Otro mazazo para el Almería, que no logra levantar cabeza y se queda provsionalmente a seis puntos de la salvación, y nuevo impulso para Las Palmas, que con sus tres victorias en los últimos cuatro partidos se acomoda en la mitad de la clasificación.
Prolongaron sus malas rachas Mallorca y Getafe, que, como se esperaba, depararon un choque intenso en Son Moix pero con una carencia absoluta de acierto. El 0-0 amplía a seis partidos sin ganar la serie de ambos equipos y a cinco empates seguidos del cuadro madrileño de José Bordalás.
El Mallorca del mexicano Javier Aguirre queda provisionalmente a tres puntos de la zona roja empatado con Villarreal y Alavés, que aún tienen que jugar sus partidos en los campos de Granada y Atlético de Madrid, respectivamente.
Tampoco pudo cortar esa tendencia sin ganar el Cádiz (ya siete encuentros) pese a llegar a estar con 2-0 antes de la media hora del partido ante el Sevilla en el Nuevo Mirandilla. El cuadro de Diego Alonso, que llegaba después de empatar ante el Real Madrid y perder contra el Arsenal en los dos primeros choques del uruguayo, tuvo arrestos para no hundirse y al menos salvó las tablas.
Chris Ramos (m.8) y el venezolano Darwin Machís (m.28) alentaron las esperanzas del Cádiz ante un Sevilla muy permeable que cometió dos graves errores en el manejo del balón. Pero una diana de cabeza del argentino Lucas Ocampos (m.37) poco después de un tanto anulado a Sergio Ramos, iluminó la reacción del equipo hispalense, rubricada con un par de paradas vitales del meta noruego Orjan Nyland y un magnífico disparo del croata Ivan Rakitic (m.60).
Poca renta para las necesidades de unos y otros, sobre todo para un Sevilla que ansía escalar cuanto antes posiciones para acercarse al objetivo europeo pero que empieza a tener un déficit demasiado grande después de enlazar cuatro tropiezos seguidos, con una derrota y tres empates.
José Antonio Pascual
