Jerusalén, 12 oct (EFE).- El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, garantizó este jueves al presidente israelí, Isaac Herzog, durante una reunión en Tel Aviv que Israel ganará a guerra con Hamás gracias a la ayuda estadounidense.
Blinken llegó a Tel Aviv para expresar su solidaridad tras el ataque sin precedentes del grupo islamista palestino Hamás y abordar la cooperación entre Estados Unidos e Israel en la nueva guerra de Gaza.
Al inicio del encuentro con Herzog, el jefe de la diplomacia estadounidense declaró que el sangriento ataque contra Israel “es casi imposible de comprender” y que será “muy difícil de borrar de las mentes y los corazones”.
“Pero percibo una intensa determinación en Israel de ganar y Estados Unidos está aquí como su aliado para ayudar a garantizar que así sea”, recalcó Blinken.
El secretario de Estado opinó que en Oriente Medio existe “un camino de integración, cooperación y normalización”, que incluye a los palestinos, o la vía escogida por Hamás de “terror y destrucción”.
“La elección es clara. Estamos juntos y caminaremos unidos, que es lo que nos pide nuestro pueblo”, afirmó.
Por su parte, Herzog agradeció al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, por su “inmensa amistad” y subrayó que la visita de Blinken tras pocos días del inicio de la guerra es una prueba de ello.
El presidente israelí, que destacó las raíces judías de la familia de Blinken, subrayó que el pasado sábado fue el día en el que más judíos han sido asesinados desde el Holocausto.
“Tenemos que ser claros en que esto es inaceptable y que la seguridad y defensa que merece el pueblo de Israel es una prioridad”, recalcó Herzog, quien expresó su esperanza de que haya paz una vez Israel haya ganado el conflicto.
Previamente Blinken se reunió con el primer ministro israelí, Benajanín Netanyahu, y se espera que el viernes se entreviste con el presidente palestino, Mahmud Abás, en Amán, Jordania.
Esta nueva guerra ha causado más de 1.300 muertos en Israel y 3.200 heridos; mientras que los ataques aéreos de represalia de la aviación israelí se han cobrado al menos 1.200 vidas y dejado más de 6.000 heridos en Gaza.
