El viernes, el condado de King recibió la aprobación para reabrir más actividades comerciales durante la pandemia COVID-19. En lo que el gobernador Jay Inslee llamó “fase 1.5” del plan de reapertura gradual de Washington, Seattle ahora puede reanudar los servicios de cena en interiores al 25 por ciento de capacidad y tener asientos al aire libre al 50 por ciento de capacidad. El condado solicitó una variación para el plan de reapertura en cuatro fases del estado el miércoles.
De acuerdo con las nuevas pautas, todas las mesas y sillas tanto en interiores como en exteriores deben estar separadas por seis pies de distancia, aunque se permitirán asientos adicionales siempre que cumplan con las mejores prácticas del departamento de salud pública del Condado de King. Los restaurantes también deben cumplir con otras pautas de salud establecidas por el condado, que incluyen la colocación de desinfectantes para manos en lugares accesibles.
Si ciertos establecimientos desean agregar asientos al aire libre adicionales, deben buscar la aprobación para eso a través de la ciudad. Varias propuestas de plazas al aire libre están esperando para avanzar, incluida una en Capitol Hill y otra en Ballard.
Para aquellos que siguen el complejo plan de cuatro fases de Washington para reabrir la economía, Seattle todavía se encuentra actualmente en la fase uno, incluso con esta aprobación. Todavía no ha cumplido ciertos puntos de referencia COVID-19 para entrar en la fase dos, lo que permitiría una capacidad del comedor del 50 por ciento si los restaurantes se adhieren a un conjunto de pautas adicionales, incluida la eliminación de asientos en el bar y la distribución de menús de un solo uso. En la fase tres, los restaurantes pueden reabrir al 75 por ciento de su capacidad y los bares al 25 por ciento. La fase cuatro permite que los restaurantes y bares se vuelvan a abrir por completo. Cada fase debe estar separada por al menos tres semanas para evaluar los datos sobre la propagación de COVID-19.
Sin embargo, Inslee anunció la semana pasada que los condados pueden solicitar ciertas variaciones a lo largo de cada fase, en las cuales las restricciones comerciales específicas podrían relajarse. Y ahí es donde está Seattle ahora.
La aprobación marca un gran paso adelante en el plan de la ciudad para reabrir pequeñas empresas y se produce casi tres meses completos después de que la orden de quedarse en casa de Inslee cerrara por completo los restaurantes y comedores de toda la ciudad, aunque se les permitió ofrecer comida para llevar y entrega.
