Estudio revela “redes alimentarias” que aumentan el riesgo de demencia

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Las personas que desarrollaron demencia tenían más probabilidades de combinar carnes altamente procesadas como salchichas, embutidos y patés con alimentos ricos en almidón como papas, alcohol y bocadillos como galletas y pasteles. EFE/Luis Eduardo Noriega A./Archivo

Cleveland (OH), 23 abr (EFE News).- Las personas cuyas dietas consisten principalmente en carnes altamente procesadas, alimentos ricos en almidón como papas, así como galletas y pasteles, tienen más probabilidades de desarrollar demencia que las personas que consumen una variedad más amplia de alimentos saludables, indicó un estudio publicado este jueves en la revista médica Neurology.
Según la doctora Cécilia Samieri, autora del estudio, existe una compleja interconexión de los alimentos en la dieta de una persona. “Es importante entender cómo estas diferentes conexiones, o redes alimentarias, pueden afectar el cerebro porque la dieta podría ser una forma prometedora de prevenir la demencia”, sostuvo Samieri, de la Universidad de Bordeaux en Francia.
En el estudio participaron 209 personas con una edad promedio de 78 años que tenían demencia y 418 personas, emparejadas por edad, sexo y nivel educativo, que no tenían demencia.
Los participantes habían completado un cuestionario de alimentos cinco años antes describiendo qué tipos de alimentos consumían durante el año y con qué frecuencia, desde menos de una vez al mes hasta más de cuatro veces al día.
También tuvieron chequeos médicos cada dos o tres años. Los investigadores utilizaron los datos del cuestionario para comparar qué alimentos a menudo comían juntos los pacientes con y sin demencia.
Los investigadores encontraron que si bien había poca diferencia en la cantidad de alimentos individuales que las personas comían, los grupos o redes de alimentos en general diferían sustancialmente entre las personas que tenían demencia y las que no la tenían. “Las carnes procesadas eran un ‘centro’ en las redes alimentarias de las personas con demencia”, dijo Samieri.
Las personas que desarrollaron demencia tenían más probabilidades de combinar carnes altamente procesadas como salchichas, embutidos y patés con alimentos ricos en almidón como papas, alcohol y bocadillos como galletas y pasteles.
“Esto puede sugerir que la frecuencia con la que la carne procesada se combina con otros alimentos poco saludables, en lugar de la cantidad promedio, puede ser importante para el riesgo de demencia”, expuso la doctora.
Por ejemplo, las personas con demencia tenían más probabilidades, cuando comían carne procesada, de acompañarla con papas y las personas sin demencia tenían más probabilidades de acompañar carne con alimentos más diversos, incluidas frutas y verduras y mariscos.
“Descubrimos que una mayor diversidad en la dieta y una mayor inclusión de una variedad de alimentos saludables están relacionados con una menor demencia”, dijo Samieri.
De hecho, los investigadores descubrieron diferencias en las redes alimentarias que se podían ver años antes de que se diagnosticara a las personas con demencia. “Nuestros hallazgos sugieren que estudiar la dieta observando las redes alimentarias puede ayudar a desenredar la complejidad de la dieta y la biología en la salud y la enfermedad”, acotó.

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