Redacción Deportes (EE.UU.), 20 abr (EFE).- El sindicato de jugadores de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL) realizó un estudio sobre la calidad de los cascos que los profesionales habían utilizado durante la pasada temporada y el resultado fue altamente positivo.
De acuerdo al estudio que fue ofrecido por los dueños de los equipos, el 99,5 por ciento de los jugadores portaron un casco de gran calidad y protección.
La informe final culmina un proyecto de tres años para llevar a los jugadores a usar cascos con mejor rendimiento y prohibirles usar modelos obsoletos o de pobre desempeño, según lo determinado en las pruebas biomecánicas.
Cerca del 41 por ciento de los jugadores usaron cascos de la máxima categoría en 2017 y el 74 por ciento en 2018. En la temporada 2019, esa proporción aumentó al 99,5 por ciento, lo que significa que sólo el 0,05 por ciento de los jugadores usaron cascos no recomendados, pero no prohibidos.
La NFL y el sindicato de jugadores dan crédito al proyecto de los cascos por parte de la notable reducción en conmociones reportadas en años recientes.
Luego de que los jugadores reportaron la marca de 281 conmociones en el 2017, se registraron 214 al año siguiente y 224 la temporada pasada.
“Hubo mucho escepticismo cuando comenzamos esto en el sentido de que los cascos podrían reducir las conmociones significativamente”, dijo el doctor Jeff Crandall, director del comité de ingeniería de la NFL. “Hemos visto cómo los jugadores usan cascos con mejor desempeño y lo que hemos visto es que el desempeño en el laboratorio ha sido respaldado en el campo”.
El equipo de Crandall diseñó un proceso de laboratorio que buscaba integrar las mecánicas de conmoción con el diseño de los cascos y luego entregar los datos a las empresas productoras de cascos.
Ese proceso ha impulsado a innovaciones y el cartel de promoción de la temporada del 2020, publicado el lunes, incluye cuatro nuevos modelos en su top 10.
Tres modelos de la marca Riddell se clasificaron en los tres primeros lugares, encabezados por el Speedflex Precision Diamond.
El enfoque en los modelos de cascos de la NFL surgió el verano pasado, cuando el entonces receptor de los Oakland Raiders, Antonio Brown, solicitó una excepción para usar un casco que estaba prohibido por tener más de 10 años de antigüedad.
La liga negó la solicitud y, eventualmente, Brown usó un modelo aprobado.
Un casco fue añadido a la lista de modelos prohibidos para 2020: el Light LS1 Composite.
“Cuando diseñas para la metodología de prueba, vemos que las conmociones bajan”, señaló Crandall. “Hemos probado la hipótesis de que hay mucho que se puede hacer para reducir las conmociones con los cascos y veremos más oportunidades”.
Entre esas nuevas oportunidades están cascos específicos por posición que serían diseñados con base a la investigación actual sobre cómo ocurren las conmociones.
La primera versión será para los mariscales de campo, quienes sufren el 40 por ciento de las conmociones cuando la parte posterior de sus cascos golpean el piso, de acuerdo a Crandall.
La NFL y el sindicato también planean aportar datos específicos para la posición de mariscales de campo a las compañías productoras de cascos en el 2021.
La siguiente posición en la lista de entrega de datos es para cascos específicos de linieros ofensivos, probablemente para el 2022.
El estudio se enfocará en proteger a esos jugadores del frecuente contacto con la cabeza que absorben en cada jugada, de acuerdo al doctor Kristy Arbogast, quien es director cocientífico de ingeniería en el Centro de Investigación para la Investigación y Prevención de Lesiones en el Children’s Hospital Philadelphia y consejero del sindicato de jugadores.
Tanto los dueños como los jugadores han respondido de manera positiva a las buenas noticias relacionadas con la protección de su salud cuando están en el campo.
