Hallazgo del cuerpo de joven mexicana en Utah abre nuevas vías investigación

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Denver (CO), 24 may (EFEUSA).- El hallazgo del cuerpo de la joven mexicana Elizabeth Laguna, desaparecida en Utah hace tres años, ofrece a la policía y FBI nuevas pistas para cerrar una investigación que busca ahora a un posible homicida, indicaron hoy las autoridades locales.
“Sabemos que ella desapareció de Provo el 16 de abril de 2015 y ahora tenemos más información. Vamos a revisar todas las conexiones y pistas para hacer justicia en este caso”, dijo en rueda de prensa el alguacil Jim Tracy, del condado de Utah, con jurisdicción sobre el caso.
Tracy aseguró que por el momento no tienen “ningún sospechoso” y prefirió no adelantar detalles de una investigación que dio un giro después de que el pasado viernes un hombre encontrase el cuerpo entre unos arbustos en el cañón Hobble Creek, situado a una veintena de kilómetros al sureste de donde desapareció la joven en 2015.
“El hombre que encontró el cuerpo vino a nosotros de buena fe y no está involucrado en el caso. El trabajo continúa”, explicó el alguacil.
La confirmación de que el cuerpo era el de Laguna por medio de sus registros dentales ha supuesto un duro golpe para su familia, que, según explicó Rosenberg Salgado, tío de la joven, está “atravesando momentos difíciles” y todavía no se “puede creer lo que le sucedió” a su sobrina.
“Queremos justicia. Quien sea que haya hecho esto, vamos a encontrarte”, afirmó con rotundidad el portavoz de la familia.
Para ello deberán progresar unas investigaciones que incluyen revisar las pericias realizadas en su momento por la Policía de Provo, localidad donde vivía y desapareció Laguna, así como entrevistas en persona con dos tíos de la joven que, tras la desaparición de la joven, se mudaron a California.
Laguna, integrante de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos Días, había llegado desde México solo tres semanas antes para poder estudiar y desapareció cuando se dirigía desde la casa donde se alojaba hacia una escuela de inglés.
No hay indicios ni testigos que apunten a que hubiera sido secuestrada y se desconoce cómo llegó al remoto lugar, donde las rutas que lo atraviesan permanecen cerradas gran parte del año y que suele ser frecuentada por cazadores y acampantes.
Según el alguacil Tracy, los investigadores hallaron varios objetos y restos de ropa junto al cuerpo, “mucha evidencia” que se usará para futuras entrevistas con personas de interés o con personas que tengan información sobre el caso.
Desde el inicio de las investigaciones, la policía de Provo y el FBI colaboraron para determinar el paradero de la joven, llegando incluso a realizar una búsqueda a nivel nacional e internacional, ante la posibilidad de que Laguna hubiese regresado a México de manera abrupta.
En junio de 2015, agentes de la Procuraduría General de la República (PRG) de México se sumaron a las investigaciones, a la vez que los familiares ofrecieron una recompensa de hasta 50.000 dólares a quien facilitase datos sobre la joven.
En aquel momento, el Departamento de Policía de Provo había dicho en un comunicado que no existían motivos ni “evidencia” para pensar que Laguna hubiese sido “secuestrada o víctima de algún crimen”.
Pero, ante el nuevo rumbo de las investigaciones, el jefe de la Policía de Provo, Rich Ferguson, indicó que se revisarán las declaraciones hechas en 2015.
Tras descubrir el cuerpo, investigadores del condado de Utah viajaron a California para entrevistar en persona a dos tíos de Salgado, aunque no se especificó la ciudad ni los motivos para hablar con estos familiares.
“Ya le hemos dedicado miles de horas de investigación a este caso y ahora debemos reevaluarlo”, dijo Ferguson, quien considera que la desaparición de Laguna es “el caso de mayor nivel” jamás investigado en su jurisdicción. Pero, dijo, el caso cuenta con “astutos investigadores” y expertos para conseguir cerrarlo.

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