SEATTLE (Agencias)— La iniciativa de Washington sobre el impuesto al carbono (I-732)fue calificada como un enfoque bipartidista para reducir las emisiones de carbono. Pero los votantes en este estado progresista rechazaron rotundamente la medida que atrajo la oposición de la industria de combustibles fósiles y, más sorprendente, a muchos grupos ambientales importantes.
El impuesto propuesto sobre las emisiones de carbono de los combustibles fósiles como el carbón y la gasolina habría sido el primero en los Estados Unidos, y los patrocinadores esperaban que sirviera de modelo para las acciones en todo el país.
La medida fracasó por un voto del 59 al 41 por ciento, pero los partidarios dijeron que sus esfuerzos estimularon conversaciones urgentes sobre el cambio climático en un año electoral, donde el tema recibió poca atención nacional.
La iniciativa 732 tenía el apoyo de muchos economistas, activistas del clima, demócratas estatales y científicos como James Hansen, el ex científico de la NASA del clima a menudo considerado el padrino de la investigación del calentamiento global.
Los grupos de izquierda que se opusieron a la medida dijeron que apoyan la acción climática, pero el I-732 era una “solución falsa” que perjudicaría a los pobres.
