Washington, 7 mar (EFE).- El homicidio de una universitaria en Georgia, cometido supuestamente por un inmigrante venezolano recién llegado a Estados Unidos, se coló este jueves en el discurso de la Unión del presidente estadounidense, Joe Biden, que sin embargo no cedió a las presiones para “demonizar” a los inmigrantes.
“Laken Riley, una joven mujer inocente que fue asesinada por un indocumentado. Es cierto. Pero cuántos miles de personas son asesinados por indocumentados”, apuntó en su discurso sobre el estado de la Unión.
Biden mostró a las dos cámaras un pin con el rostro de la joven. Se lo había dado a su entrada al hemiciclo la legisladora republicana Marjorie Taylor Greene, pidiendo que la mencionara.
Riley fue encontrada inconsciente y herida en una zona boscosa a mediados de febrero, después que sus amigas reportaran que no había vuelto tras hacer ejercicio. Fue declarada muerta en el lugar y la policía calificó el deceso como un homicidio.
El principal sospechoso es José Antonio Ibarra, de 26 años, que no era estudiante de la Universidad de Georgia y que se cree que no conocía a la víctima. Entró a Estados Unidos por la frontera con México en 2022 en el marco de la ola de migrantes que han llegado al país solicitando asilo.
Biden reconoció en su discurso que hay que solucionar el sistema migratorio, pero subrayó que su política no pasará por “demonizar a los inmigrantes”, tal y como hace su antecesor, el republicano Donald Trump (2017-2021).
En su lugar, pidió a los congresistas que saquen adelante un proyecto migratorio bipartidista, que según dijo “salvará vidas” pero también le dará la autoridad para cerrar temporalmente la frontera cuando la cantidad de inmigrantes allí sea “abrumadora”.
“Tengo entendido que mi predecesor llamó a los republicanos del Congreso y les pidió que lo bloquearan. (…) Esto no se trata de mí o de él. Sería una victoria para Estados Unidos. Colegas republicanos, le debéis a los estadounidenses que se apruebe. Debemos actuar”, concluyó.
