La Copa impulsa pymes y el comercio local

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El defensa del Quintanar Christian Jiménez (d) disputa el balón ante Óliver Torres (i), centrocampista del Sevilla, durante el encuentro de primera ronda de Copa del Rey entre el Club Deportivo Quintanar y el Sevilla FC en el Estadio Alfonso Viller García, en Quintanar de la Orden, Toledo. EFE/ Ismael Herrero

Madrid, 3 nov (EFE).- Frutas Eugenio Cano e Hijos, Puertas Salmar, material eléctrico Covama … son ejemplos de pymes que disfrutaron de su gran día en la Copa del Rey.

Estas impulsaron al equipo de Quintanar de la Orden (Toledo), que se midió al Sevilla FC. El comercio local salió en la tele y amortizó su apoyo económico anual. Situaciones así se vivieron en la localidad extremeña de Hernán Cortés o en Turégano (Segovia). El Real Betis y el Celta llenaron estadios sencillos en sus visitas.

Quintanar de la Orden vivió un día de fiesta en torno al fútbol con la visita del Sevilla en la Copa del Rey. Y también varias empresas que apostaron por el equipo de la localidad a principio de temporada, cuando no se conocía el duelo contra el conjunto andaluz, y obtuvieron como recompensa una repercusión con la que no contaban.

Es el caso de Puertas Salmar, cuyo nombre lució en el frontal de las camisetas de los locales. Esta empresa ya había patrocinado al equipo en la 2007-2008 y en la 2008-2009. Desde entonces seguía vinculado a él, pero no como patrocinador principal. Eso cambió de cara a este curso, cuando se animaron “más que nada por hacer una labor social a nivel de pueblo”, según explica a EFE su administrador Matías Maroto.

“Es un impacto para nuestros clientes enorme porque la recepción que ha tenido fuera del pueblo ha sido mucho mayor de lo que esperábamos. Nosotros cuando empezamos a patrocinar al Quintanar pensábamos para el patrocinio en la liga de Preferente. Sabíamos que había una opción en la Copa del Rey, pero ninguno pensábamos que iba a tener la repercusión que ha tenido pasando la ronda previa y enfrentándose al Sevilla. Estamos encantados, contentos”, indica.

“Sobre todo hemos recibido muchísimas llamadas de gente diciéndonos que estábamos en todos los lados, que salíamos en televisión. No creo que esto nos dé más ventas, pero sí que es un escaparate de cara a nuestros clientes”, señala sobre las consecuencias que puede tener la visibilidad obtenida.

Se trata pues de un logro para una empresa con una plantilla “de doscientos y pico trabajadores entre los que están en fábrica y montadores”.

“En nuestro caso sale rentable, sobre todo este año. Solo el impacto que ha tenido… aunque no nos repercuta en ventas no hay mejor publicidad que esa. Cualquiera que sueñes no te sale igual”, dice.

“En un año normal sigo pensando que también compensa, porque a nivel de pueblo tienes que colaborar, de vez en cuando toca. También apoyamos al equipo de fútbol sala, al de baloncesto, a un montón de asociaciones. Intentamos colaborar con todo el mundo, pero este año nos hemos volcado con el fútbol porque hacía bastante tiempo que no éramos el patrocinador principal y consideramos que ya tocaba”, expresa.

A la hora de hablar del vínculo entre el club y sus patrocinadores, nadie lo representa mejor que Antonio García, segundo entrenador y comercial en Covama, quien se anuncia en la parte trasera de la camiseta de la firma toledana Joma: “Lo propuse en la empresa. Hace ocho años que patrocinamos al club, esto no viene de ahora. Se lo propuse y le pareció bien a la empresa para fomentar el deporte en Quintanar, que es donde estamos. La idea era apoyar el deporte de aquí”.

“En Quintanar hay una delegación, la central la tenemos en Madrid. En la delegación trabajamos nueve personas, casi todas del pueblo. Es una empresa de venta de material eléctrico muy familiar, nos llevamos todos bien. Los jefes vinieron de Madrid adrede a ver el partido. La publicidad no es un gran coste, es una ayuda que le viene muy bien al club. Por el dinero que han dado, han sacado más rentabilidad que si lo hubieran invertido en una empresa de marketing”, comenta a EFE.

Compaginar el trabajo y el fútbol no es sencillo: “Me levanto temprano y tengo turno partido, de 8 a 14 y de 16 a 19. A esa hora salgo y a las 20:30 empezamos a entrenar o sea que casi salgo de trabajar y me voy directamente al campo. Los días sin entrenamiento me dedico a analizar a los rivales en casa, así que muchas veces me faltan horas al cabo del día. Es un trabajo que me gusta, le pongo mucha pasión y disfruto haciéndolo”.

“Sabemos que la repercusión que hemos tenido no la vamos a volver a tener, pero sí somos conscientes de que Quintanar y Covama han sonado por ahí. Algo le habrá quedado a la gente los dos nombres. Compensa invertir en un equipo de Preferente. La gente que va a ver un partido ve la publicidad, se acuerda de que tiene que comprar algo, lo asocian a nosotros y nos llaman el lunes. Además solemos ir a campos de la comarca y hacemos publicidad en otros campos, en otros pueblos”, defiende.

El coste de vincularse al club lo valora su presidente, José Ballesteros, en una media de 400 euros dentro de una horquilla que oscila entre los 110 y los 5.000: “Este año quien más nos ha apoyado es la pequeña empresa. Hemos hecho un márketing para ella bastante importante y nos han ayudado muchísimo. De hecho el campo está lleno de publicidad de muchas empresas pequeñitas de Quintanar de la Orden”.

Muchas de ellas tuvieron su cuota de pantalla, mayor o menor en función del plano y la realización, ante el Sevilla en una noche histórica que requirió de grandes esfuerzos: “El empeño que pusimos desde la junta directiva y el ayuntamiento para que esto fuese en Quintanar ha ocasionado muchos gastos que falta por ir valorando. La entrada ha sido muy buena, pero económicamente no nos va a salvar la temporada, ni mucho menos”.

“No superan los gastos a los ingresos, pero sí es verdad que para traer a un equipo de Primera a Quintanar ha habido que hacer cosas en tema de gradas, de vestuarios, de sala de prensa, de seguridad…. son muchos gastos, aunque el club va a tener beneficios”, reconoce.

Ahora toca hacer balance y decidir en qué se gasta lo ingresado: “Nos falta adecuar un poco el campo y por primera vez en la historia estaremos un poco estabilizados, no tenemos que ir al mes sin saber si hemos recibido un dinero u otro. Lo mejor que da es la tranquilidad. Además pensamos cambiar el material, lo tenemos que hacer”.

Carlos Mateos Gil

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