Washington, 15 feb (EFE).- Mientras se multiplican medidas para restringir el voto de minorías, el gobierno federal emitió este martes instrucciones para asegurar que los puestos de sufragio sean accesibles para los ciudadanos con discapacidades físicas.
Las normas publicadas hoy incluyen requisitos de una ruta accesible hacia la urna de votación, como las rampas sin rajaduras o escalones y una palanca de sufragio que pueda operarse con una sola mano “sin causar dolor en la muñeca”.
“Por demasiado tiempo en nuestra historia muchos votantes con discapacidades han encontrado barreras para ejercer su derecho a votar”, indicó la fiscal general asistente Kristen Clarke.
“El derecho de voto es el derecho fundamental sobre el cual se edifica nuestra democracia”, agregó.
El Departamento de Justicia recordó que la Ley de Estadounidenses Discapacitados (ADA, en inglés), incluye estipulaciones para asegurar que los sitios de votación den facilidades para el ingreso y actividad de personas con impedimentos físicos.
“Muchas de las barreras existen aún hoy, incluidos los obstáculos físicos que les impiden entrar a las oficinas de votación o alcanzar la urna donde se depositan los sufragios”, se lamentó Clarke.
Hasta mediados de enero pasado, cuando la mayoría de las legislaturas estatales iniciaron sus sesiones, los legisladores en al menos 27 estados habían presentado o promovido 250 proyectos de ley con estipulaciones restrictivas.
“Esto se compara con 75 de tales proyectos de ley en 24 estados antes del comienzo de sesiones en enero de 2021”, según el Centro Brennan por Justicia. “Noventa y seis de esas propuestas harían más difícil el voto en 12 estados”.
El ímpetu por leyes y regulaciones que restringen el voto se inició en 2013, cuando el Tribunal Supremo de Justicia invalidó una sección de la Ley de Derechos Civiles de 1965 según la cual el gobierno federal tenía supervisión sobre los procesos electorales en estados con un historial de obstrucción del voto, especialmente de la raza negra.
Pero la campaña por restringir el voto se ha acentuado desde que el ex presidente Donald Trump, ya en 2016, sostuvo que el “sistema electoral está manipulado”, y sigue argumentando que su derrota en los comicios de 2020 fue resultado de un fraude.
En Estados Unidos no existe un sistema electoral uniforme, sino que cada uno de los 50 estados gestiona ese proceso según sus leyes propias, y las nuevas incluyen requisitos más estrictos, por ejemplo, para certificar la identidad del votante.
