Maestras: en tiempo de cuarentena es momento de conectar con los hijos

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Aún cuando hay escuelas públicas que cuentan con plataformas digitales con contenido académico, el trabajo escolar en la casa se puede convertir en todo un reto. Tres maestras cuentan cómo lidiar con esta situación. EFE/Alberto Estévez

Cleveland (OH), 25 mar (EFE News).- Millones de niños están encerrados en casa por el coronavirus y los días sin escuela pasan muy despacio, a la vez que la paciencia e imaginación se agota en unos padres que se preguntan cómo consiguen las maestras de sus hijos lidiar no con uno o dos, sino con veinte de ellos.
Aún cuando hay escuelas públicas que cuentan con plataformas digitales con contenido académico, el trabajo escolar en la casa se puede convertir en todo un reto. Tres maestras cuentan cómo lidiar con esta situación.
“Este es un tiempo para integrarse y resolver problemas de la vida diaria. A veces como adultos nos complicamos y si observamos podemos entender muchas conductas en los niños”, dijo a Efe Elinés Marín, maestra de grados primarios en Puerto Rico.
Como otras colegas suyas, cree que al margen de encargarse de la educación, este es un tiempo ideal para los padres para conectar con los hijos.
“Hay que aprovechar este tiempo y una vez terminen las tareas de la escuela, crear conexión con los hijos. Vean películas juntos y jueguen juegos de mesa. Este es el momento de hacer cosas con ellos”, opinó en declaraciones a Efe Jarrett Rodríguez, maestra de segundo grado en un grupo de aprendizaje bilingüe en Ohio.
“El ‘ajoro’ (prisas) de la vida diaria no nos permite compartir tanto con nuestros hijos, este es el momento”, añadió.
Por su parte, Ruby Mercury, maestra en Florida del programa English Speaker for Other Language, enfatizó que muchos niños “buscan en nosotros el cariño que no tienen en sus casas” y es que, dijo, las situaciones de la vida diaria en muchos hogares hacen que los estudiantes vean en los maestros una figura de apoyo.
Además de una integración familiar en el actual contexto mundial del combate a la pandemia del coronavirus Mercury señaló como crucial establecer planes de enseñanza: “El reto más grande es hacer el trabajo en casa, ellos no quieren estar ahí. Hay que ayudarlos en las destrezas y fomentar el aprendizaje”, dijo.
“Los padres deben motivar a los niños. Lo primero que les recomendaría es que realicen un plan diario, que preparen un horario y sean puntuales con el mismo”, sugirió por su parte Rodríguez.
Esta maestra recomendó empezar el día con una reflexión, o una oración, e ir añadiendo responsabilidades tales como labores académicas, ejercicios, meriendas y proyectos que les generen interés como los rompecabezas y juegos que estimulen la memoria.
“No es lo mismo que les digas de la nada que tienen que hacer algo a que tengas un horario establecido como la escuela. Eso le crea al estudiante un tipo de organización y le facilitará la vida a los padres,” añadió.
Marín coincide con las recomendaciones de Rodríguez y Mercury, y señala que “las rutinas son importantes, y por eso opina que se establezcan rutinas que incluyan trabajos prácticos y según transcurra el día se pasen a los trabajos diarios.
La maestra enfatizó en que el tiempo para las tareas no debe ser prolongado. “Los niños, a parte de estar en estrés, su cerebro no estará totalmente relajado como para captar información nueva o aprender de forma divertida”, añadió.
Marín recomienda hacer tareas y recesos intermitentes, y que puede ser útil “enseñarles a hacer tareas normales y dentro de las tareas cotidianas de la casa aplicarlas a las materias de estudio”.
Un ejemplo de esto es explorar los alrededores del hogar, donde pueden ver “qué tipo de plantas tienen, qué animales los rodean, qué aves pueden observar. Todo lo que pueda surgir del evento diario hay que aprovecharlo como una enseñanza”.
Las tareas cotidianas del hogar son una forma más de educar a los niños, recomendación en la que tanto Marín como Mercury coinciden. “Si vas a hacer un postre, invítalos a tomar las medidas,” dijo Marín a modo de ejemplo.
“El cocinar en la casa se puede convertir en una clase de ciencia y matemática, estás buscando medidas y hasta viendo el punto de ebullición del agua”, expresó Mercury. “Hay que buscar la forma de convertir las tareas del hogar en aprendizaje. No todo es académico”, añadió.

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