Nueva tendencia: Universidades promueven una vida sana

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BURLINGTON, Vermont, EE.UU. (AP) – El compromiso de los estudiantes de no consumir droga ni alcohol es algo pasado de moda. La nueva tendencia ahora es meditar, hacer ejercicios, practicar yoga y cuidarse en las comidas para encaminar un estilo de vida saludable.

La Universidad de Vermont lleva ese compromiso a un extremo y exige tomar una clase sobre las cosas que afectan la salud del cuerpo y la mente, al tiempo que ofrece incentivos para mantenerse sanos, como acceso gratis a un gimnasio, instructores y nutricionistas, y una aplicación para llevar la cuenta de las actividades.

“Creamos un ambiente especial porque creemos que si ofrecemos a los jóvenes comidas saludables, opciones saludable, las van a elegir. Premiamos ese tipo de cosas y desalentamos las cosas negativas. Prohibimos el alcohol y las drogas, y los estudiantes lo aceptan”, afirmó Jim Hudziak, director de psiquiatría infantil de la Facultad Larner de Medicina de la Universidad de Vermont, que creó el programa Wellness Environment (Ambiente sano) de esa casa de estudios.

La iniciativa va más allá de lo que van los tradicionales programas de “wellness”, o bienestar, combinados con la prohibición de bebidas y drogas que implementan algunas casas de estudio.

“Se enfoca en los estudiantes como individuos, que es obviamente muy importante para la salud y el bienestar, pero también incorpora cambios en la comunidad a su alrededor”, explicó David Arnold, de la agrupación de Administradores de Asuntos Estudiantiles de Educación Terciaria. “Combinar esos dos elementos con un trabajo más amplio es una forma muy interesante de implementar ese proceso” tendiente a promover una vida sana.

Al inicio de una clase reciente, “Mentes Sanas, Cuerpos Sanos”, un auditorio lleno de estudiantes se paró con los ojos cerrados para meditar durante unos minutos. Poco después Hudziak, quien tira una pelota de fútbol con forma de cerebro a los estudiantes antes de la clase, analizó temas de neurociencia que incluyeron el impacto que pueden tener en la salud física y mental las experiencias traumáticas o duras de la infancia.

En los dormitorios está totalmente prohibido el alcohol y las drogas. Si le encuentran alguna de esas sustancias a alguien, es expulsado del alojamiento, indicó Hudziak.

“Soy un especialista en genética y en psicología infantil que quería poner fin a lo que me pareció una cultura muy dañina en las universidades, y pensé que podía apelar a la neurociencia y a un cambio de comportamiento en lugar de sermonear a los estudiantes”, expresó.

Este sistema hace que los dormitorios resulten mucho más tranquilos, según Cole Spaulding, un estudiante que hacía ejercicios en el gimnasio una tarde reciente.

“Te sientes como en tu casa, nadie te está gritando. Sabes que los baños están siempre limpios. Es un sitio agradable para vivir”, comentó.

Estos servicios no representan costos adicionales.

Hannah Bryant, estudiante de Brewster, Massachusetts, dijo que quiere hacer una vida sana y que le complace tener a su disposición servicios como yoga, meditación y comida saludable.

“Llevo solo tres semanas en la universidad y siento los beneficios. Estas cosas pueden cambiar tu semana”, manifestó.

Los estudiantes son alentados a ayudar a niños de la comunidad en el marco de un programa de cuatro pilares: buen estado físico, concientización, nutrición y relaciones.

Joy Vincenzo, de Portland, Connecticut, dijo que se apuntó en el programa de wellness porque en la escuela secundaria padecía mucho estrés.

Dice que el programa la está ayudando. Hace yoga y a veces va al gimnasio entre clase y clase.

“Si enseñamos y practicamos estas actividades que promueven una vida sana, cuando las cosas se ponen feas, uno tiene más herramientas para salir adelante”, dijo Hudziak.

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