Por Gustavo A. Montoya
Finalmente, los legisladores del Estado de Washington llegaron a un acuerdo el pasado viernes a última hora para prevenir la interrupción o cierre de las agencias esenciales del Estado. Según los reportes de varios medios importantes en el estado, se previno el despido de 30 mil empleados en todo nuestro estado. El presupuesto estatal es evaluado por los legisladores cada 2 años y, a diferencia de 2015, este año las sesiones de negociación entre los legisladores se hicieron en privado. No hubo la transparencia al público como hace dos años. Sin embargo, los legisladores llegaron a un consenso final evitando una crisis gubernamental.
La misma suerte no ocurrió para 8 estados de la Unión Americana. New Jersey, Maine, Illinois, Connecticut, Wisconsin, Rhode Island, Massachusetts, y Delaware tendrán que afrontar crisis gubernamentales. ¿Qué les pasará a estos Estados? Hasta cuando lleguen a un acuerdo, partes esenciales de sus gobiernos serán interrumpidos afectando muchos servicios a sus residentes. Cada estado interpretará que agencias se quedan abiertas y cuales estarán cerradas. La policía y la salud son áreas que seguirán funcionando dependiendo de la interpretación de los jueces y las leyes estatales de cado uno de ellos. El gobernador Jay Inslee, en el Estado de Washington, firmó a las 11pm el acuerdo final, una hora antes que 43 mil millones de dólares se convirtieran en “calabazas”.
Todavía no está claro todos los cambios del presupuesto pero ya se puede discernir lo general. La prioridad estaba en dar los fondos suficientes a la educación que estaba por debajo de lo mandado por la constitución. Para levantar los fondos de educación, el nuevo presupuesto sube el impuesto a las propiedades. Según el reporte del Seattle Times, residentes del los distritos de Seattle, Bellevue, Lake Washington y Mercer Island verán un incremento en los impuestos anuales a sus viviendas. Estas zonas son percibidas por muchos como áreas afluentes, pero sabemos que aquí también viven familias de clase media que se verán afectadas. Otro cambio es la reducción al impuesto B&O (“Business and Occupation Tax”) de empresas de manufacturas o fabricas de producción. Están disfrutarán de una reducción del 40% a partir del 2019. Se espera que los impuestos de las propiedades traigan un estimado de 7 mil millones de dólares en los siguientes 4 años para compensar la baja de impuestos de fabricación. Como dicen, se le está quitando a “Pedro” para darle a “Pablo”, porque de una manera u otra hay que costear la educación. El tema de los impuestos a los fabricantes fue una sorpresa ya que todo se hizo a puerta cerrada algo que fue criticado por varios Demócratas, pero el cambio en la reducción de impuestos esta diseñado para ayudar a empresas ubicadas en lugares rurales del estado. De acuerdo al reporte del Seattle Times el Senador Reuven Carlye, Demócrata de Seattle, dijo que aunque ha sido in critico de las excepciones de impuestos de los Republicanos, el piensa que en este caso si es defendible esta nueva propuesta de ley. Este es un ejemplo evidente de consenso bipartidista que conllevo a resolver una crisis que nos hubiera afectado a muchos en todo el Estado, a pesar de la falla de transparencia pública respecto a las negociaciones legislativas.
