Aprenda a no desperdiciar alimentos

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FRESNO (UC) – No obstante las dificultades económicas por las que atraviesan la mayoría de los estadounidenses, en el país anualmente se desperdician cerca de 160,000 millones de libras de alimentos. Eso preocupa a una educadora de Extensión Cooperativa de la Universidad de California.

“Cuando tienen una cantidad tan limitada de dinero, con un presupuesto tan limitado, queremos que aprovechen sus compras al máximo”, señala Ginnie Nash, directora del Programa EFNEP de Nutrición en el condado de Fresno.

La familia promedio de cuatro personas desperdicia entre $1,365 y $2,275 al año en alimentos, principalmente frutas y verduras frescas, mariscos, carnes, leche y huevos, según el Concejo de Defensa de Recursos Naturales (Natural Resources Defense Council).

“Especialmente los productos frescos, como son las frutas y verduras que recomendamos que consuman, las compran pero no las consumen. Comienzan a echarse a perder y esa comida se tira a la basura”, lamenta Nash.

Muchos de esos alimentos van a dar a la basura, en base a las fechas impresas en productos comestibles. Un estudio similar realizado en la Gran Bretaña encontró que cerca del 20 por ciento de los alimentos desechados se debe a la confusión en torno a las fechas en los alimentos.

Por eso en las clases de nutrición que imparte gratuitamente Extensión Cooperativa se enseña a leer las etiquetas en los alimentos; y se enfatiza comprar solo los alimentos que van a consumirse.

Nash señala la importancia de planear la compra de comestibles en base a las comidas que se sirven en casa. A continuación, varios consejos para evitar el desperdicio de alimentos:

  • Revise la alacena y el refrigerador antes de ir al supermercado. Eso puede evitarle comprar cosas que ya tiene en casa.
  • No compre alimentos en paquetes grandes si piensa que no los consumirá. Algunos comercios ofrecen frutas grandes, como sandías, cortadas en porciones más pequeñas para evitar el desperdicio.
  • Al volver a casa con la compra de comestibles, guarde los alimentos nuevos en la parte trasera del refrigerador y la alacena; de esa manera, consumirá primero los que ya tenía.
  • Evite que se descompongan las frutas frescas; córtelas en trocitos y colóquelas dentro del refrigerador de manera que estén siempre accesibles para sus niños.
  • Preste atención a las fechas de caducidad en los comestibles, sobre todo en carnes frescas y productos lácteos. Tenga en mente que “Best if used by”, o “best before” no significa que no sea seguro consumir el producto luego de haber pasado esa fecha. Dichas fechas son recomendaciones del fabricante con respecto a la frescura y sabor del producto. Nash aconseja usar el sentido común: si luce raro, huele mal, o tiene moho, tírelo a la basura.
  • Refrigere los sobrantes de comida. En la mayoría de los casos, pueden consumirse en los próximos tres días. Si van a consumirse después, congélelos. Anote la fecha en el paquete congelado para evitar conservarlo por demasiado tiempo.

“Debemos asegurarnos de seguir las reglas de seguridad alimentaria; empacarlos correctamente, sin dejarlos expuestos a temperatura ambiente por demasiado tiempo”, indicó Nash. Se recomienda refrigerarlos antes de que pasen dos horas.

La directora del programa de nutrición recalca la importancia de planear la compra de alimentos para evitar el desperdicio de comida y dinero, como se enseña en las clases de nutrición de Extensión Cooperativa de la UC.

“Enseñamos a la gente a que tome decisiones adecuadas acerca de los alimentos que consumen y cómo los compran”, dijo Nash. “Esa es nuestra meta: ayudarles a que sean expertos en planear y preparar alimentos sanos y económicos”.

Encuentre más información relacionada con el mejor aprovechamiento de los alimentos en el sitio del Servicio de Información en Español de la UC.

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