Haga que la salud mental sea prioridad

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Por Susan Johnson, directora regional, Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, Región 10

Muchos de nosotros ignoramos los síntomas físicos—un dolor de muela, un hombro que se nos traba, las señales iniciales de diabetes o de alta presión sanguínea. Tal vez tememos al dentista, no queremos encarar una posible intervención quirúrgica, o no queremos lidiar con medicamentos o cambios en el estilo de vida.

Es posible que, también y por una variedad de razones, ignoremos las señales de la depresión y otras enfermedades mentales. Es posible que sintamos que las enfermedades mentales sean una señal de debilidad, o tememos que los amigos, la familia, o los empleadores nos juzguen o nos discriminen. Ya muchos estadounidenses experimentan prejuicio, discriminación, abuso y victimización debido a un diagnóstico de salud mental. Y por mucho tiempo, en Estados Unidos se pagaba por seguro médico que no reconocía que el tratamiento de trastornos mentales y la drogadicción son tan esenciales como cualquier otro tratamiento médico.

Es hora de que nosotros dejemos saber a aquellos que viven con condiciones de salud mental que no están solos, y que este gobierno provee protecciones importantes para las personas que experimentan enfermedades mentales. Según un nuevo informe (en inglés), del Equipo de Trabajo de la igualdad en la Salud Mental y Abuso de Substancias incluye una serie de acciones y recomendaciones para asegurar que la cobertura médica para servicios de trastornos de salud mental y abuso de substancias  sea comparable a—o equiparable  con­—el cuidado médico general porque, al igual que con otras enfermedades, no podemos permitir la negligencia en nuestra salud mental.

Los trastornos mentales causan grandes estragos en los individuos y en la sociedad en conjunto. Los costos económicos directos e indirectos anuales de las enfermedades mentales en Estados Unidos, particularmente de enfermedades mentales que no son tratadas, se estiman en los cientos de miles de millones de dólares. Se reduce la productividad y el ingreso, aumenta el costo de cuidado de salud en otras enfermedades, y aumentan la adicción, los desamparados y el índice de discapacidades. Lo más importante es que sufren los individuos y las familias.

Según las estadísticas más recientes, 43,4 millones de adultos (en inglés), de 18 años o más de edad han experimentado alguna forma de enfermedad mental en el último año, y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla in ingles) proyectan que para 2020 la depresión será la segunda causa principal de discapacidad en todo el mundo.

Aunque es incapacitante cuando persisten los síntomas, la depresión es tratable y la mayoría de los estadounidenses que la padecen mejora bastante con tratamiento, servicios y apoyo de recuperación. Las señales de la depresión incluyen sentir algunas de las siguientes cosas la mayor parte del día, por lo menos por dos semanas:

  • Tristeza persistente, ansiedad, un sentimiento de “vacío”
  • Sentimientos de desesperanza o pesimismo
  • Irritabilidad
  • Sentimientos de culpa, inutilidad, o impotencia
  • Pérdida de interés o placer en pasatiempos y actividades
  • Disminución de energía o fatiga
  • Moverse o hablar más lentamente
  • Sentimientos de agitación o problemas para quedarse quieto
  • Dificultades para concentrase, acordarse de cosas, o para tomar decisiones
  • Dificultades para dormir, el despertarse temprano o dormir mucho
  • Cambios en el apetito o el peso
  • Pensamientos de muerte o suicidio, o intentos de suicidio
  • Dolor, dolores de cabeza, calambres o problemas digestivos sin una clara causa física o que no se alivian con tratamiento.

Enfermedades físicas como la diabetes, la artritis, las enfermedades cardiacas pueden aumentar su riesgo de depresión. Factores como la edad, género, etnia, historial familiar, grandes cambios en la vida, y donde usted vive también pueden jugar un papel en la depresión.

Hay ayuda. Si usted o algún ser querido exhibe los síntomas de depresión u otra enfermedad mental, el primer paso es un examen. Para apoyo emocional las 24 horas del día, y referencias para tratamiento y servicios de recuperación en cualquier parte del estado, llame o visite la Washington Recovery Help Line en 1-866-789-1511 o contacte al Washington Information Network 211 en 877-211-9274. Para proveedores cerca de usted visite el localizador de tratamiento de la Administración de Servicios de Abuso de Sustancias y Salud Mental, (SAMHSA por su sigla en inglés), o llame al 1-800-662-HELP (4357). Aquellos que contemplan el suicidio deben llamar a la línea directa de Suicidio de Idaho en el 1-800-273-TALK (8255). Si alguien está en peligro inmediato, llame al 9-1-1.

El Instituto Nacional de Salud Mental (en inglés) tiene una lista de sugerencias para la ayuda en el apoyo de tratamiento: Más allá del tratamiento: Cosas que usted puede hacer, (en inglés). También pude encontrar más información en la pagina de SAMHSA, (en inglés) o en MentalHealth.gov, (en inglés).

La salud mental es esencial para la salud en general. ¡Haga que la salud mental sea prioridad!

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