El poder ofensivo y la lluvia son protagonistas en el inicio de la fase final

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Houston (EEUU), 9 oct (EFE).- El poder ofensivo de los ocho equipos que disputan las respectivas series de división de las Grandes Ligas ha sido decisivo en el inicio de la competición de octubre, a la vez que la presencia de la lluvia que ha traído el huracán Mathew en la costa Este.
La emoción de los batazos decisivos se había hecho sentir en los anteriores playoffs, pero esta vez si han sido protagonistas e inclusive en el partido que el pitcheo fue una joya como la que protagonizaron Jon Lester y Johnny Cueto, la definió un cuadrangular monumental del puertorriqueño Javier Báez.
Después de haberse dado 5.610 cuadrangulares en la temporada regular, una marca sólo superada por los 5.693 que se aportaron en el 2000, en plena Era de los Esteroides.
Uno de las razones para este incremento de cuadrangulares es el que la pelota son maduras, lo que hace que al contacto con el bate adquieran más velocidad.
Pero el comisionado de las Grandes Ligas, Rob Manfred, no tiene el mismo concepto en base a los estudios que la liga ha realizado para analizar el asunto.
“Hemos probado la pelota y estamos convencidos de que este tema no tiene su origen en una diferencia con ésta”, señaló Manfred. “Mi opinión es que el incremento se relaciona con la manera en que se juega ahora este deporte, la forma en que se entrena a los bateadores desde una edad muy temprana. No hemos sido capaces de encontrar ninguna causa externa que explique el alza de jonrones”.
El poder del bate en los playoffs lo inició el primera base dominicano de los Azulejos de Toronto Edwin Encarnación pegó un jonrón con el que su equipo en la undécima entrada definió el triunfo que tuvieron ante los Orioles de Baltimore en el partido de comodín de la Liga Americana.
El jugador reserva Conor Gillaspie dio la ventaja a San Francisco con su cuadrangular en la novena entrada del duelo de la Nacional, que les permitió imponerse a los Mets de Nueva York.
Travis Wood se convirtió en el primer relevista en conectar un cuadrangular en playoffs desde 1924 y los Cachorros de Chicago se llevaron un triunfo en la serie divisional.
Los Nacionales de Washington consiguieron hoy la victoria en el segundo partido de la serie ante los Dodgers de Los Ángeles con cuadrangular de tres carreras del receptor venezolano José Lobatón en el cuarto episodio.
El número de cuadrangulares había descendido de 4.661 en 2013 a 4.186 la temporada siguiente. El repunte comenzó el año pasado, cuando se llegó a los 4.909.
Mientras que en la presente se estuvo muy cerca de establecer una nueva marca.
Un récord de 111 bateadores conectaron 20 cuadrangulares o más en esta temporada, por encima de los 64 que lo consiguieron en la anterior.
También hay que olvidarse de los días de débil bateo por parte de los campocortos, intermedistas y antesalistas. Treinta y cinco de los jugadores que pegaron al menos 20 cuadrangulares estuvieron de inicio en esas posiciones al menos en 100 encuentros.
El número de toleteros con 30 vuelacercas o más casi se duplicó, de 20 a 38.
Los jonrones están entusiasmando al público y a los propios peloteros.
El ejemplo lo pusieron los boricuas Roberto Pérez y Francisco Lindor, así como Jason Kipnis, conectaron cuadrangular en un solo episodio del primer encuentro de la serie divisional de la Americana entre los Indios de Cleveland y los Medias Rojas de Boston.
Un día después, los Azulejos aportaron tres jonrones durante el quinto episodio del segundo partido que disputaron ante los Vigilantes de Texas.
Cada vez con más frecuencia, los bateadores se arriesgan a hacer el swing. Los ponches impusieron un récord por noveno año consecutivo, con 39.982, un promedio de 8,02 por equipo en cada partido.
Han aumentado el 27 por ciento respecto de los 6,3 registrados en promedio en 2007.
Lo que significa que el bateo se ha redefinido ante el poder de los lanzadores.
El piloto de los Orioles, Buck Showalter, considera que los bateadores están mejor preparados, saben esperar más tiempo hasta que les llega un lanzamiento asequible para poderle hacer contacto con la pelota.
Los Orioles fueron los líderes en las Grandes Ligas al conectar 253 jonrones durante la temporada regular.
Por su parte, los responsables de la fabricación de las pelotas también defienden la teoría del comisionado Manfred, en el sentido que mantienen las mismas especificaciones de siempre y no hay ningún tipo de tolerancia.
En un comunicado, la oficina de las Grandes Ligas indicó “damos instrucciones al Centro de Investigación de Béisbol de UMass-Lowell para que realice pruebas periódicas de las pelotas durante la temporada regular”.
De acuerdo a estas investigaciones nada ha cambiado en el contenido y la fabricación de las pelotas reglamentarias por lo que habrá que concederle a los toleteros el reconocimiento de los progresos reales que han hecho ante los lanzadores, sólo silenciado con la presencia de la lluvia y el aplazamiento de dos partidos.

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