Londres, 14 oct (EFE).- La depreciación de la libra respecto al dólar impulsa las inversiones de Estados Unidos en la Premier League. El multimillonario Bill Foley, es el último en desembarcar. Compró el Bournemouth por 172 millones de euros. El economista deportivo Kieran Maguire da las claves de este escenario desde EFE en Londres.

El último en caer en las ‘garras’ americanas es el Bournemouth, un recién ascendido por el que el multimillonario Bill Foley, dueño del equipo de la NHL Vegas Golden Knights, pagará unos 150 millones de libras (172 millones de euros). Los ‘Cherries’ se unirán a una nómina de equipos ‘americanizados’ en la que está el Arsenal, en manos de la familia Kroenke, el Manchester United, en posesión de los Glazer, el Liverpool, comprado por Fenway Sports Group, Fulham, Crystal Palace, Aston Villa y, por supuesto, el Chelsea, por el que el consorcio liderado por Todd Boehly pagó más de 3.000 millones de euros.

“Los clubes de la Premier League son atractivos para los inversores americanos porque el precio para comprar una franquicia de la MLS es de 500 millones de euros y la liga americana tiene un acuerdo televisivo relativamente pequeño”, explica Kieran Maguire, uno de los economistas deportivos más reputados del Reino Unido.

“La MLS es un producto básicamente enfocado al mercado doméstico, más que al internacional. Mientras que la Premier League es el producto deportivo más importante del planeta”, añade Maguire, recordando el millonario contrato que amasa Sky para televisar los partidos de la Premier y que superó los 5.000 millones de euros este año. Y eso que estuvo lastrado por las consecuencias económicas de la pandemia.

Además de la participación mayoritaria que los inversores estadounidenses tienen en los equipos ya citados, Manchester City, Leeds United y West Ham United reparten también parte de su accionariado entre Estados Unidos.

Al desembarco americano ha contribuido también la depreciación de la libra frente al dólar, alcanzando sus niveles más bajos desde la década de los 80. Con esta entrada de capital extranjero, unido a un acuerdo televisivo que permite que recién ascendidos como el Nottingham Forest se deje en un mercado veraniego más de 150 millones de euros, las diferencias entre la Premier League y el resto de ligas amenaza con extenderse. Siempre y cuando los dueños vean el éxito deportivo ligado al comercial, algo que no ha ocurrido en los últimos años en el caso de, por ejemplo, Manchester United y Arsenal.

“La inversión americana, por sí misma, no aumentará las diferencias financieras entre los equipos de aquí y los de fuera, porque no hay un gran indicativo de que estos inversores estén dispuestos a gastar grandes sumas de dinero. Si nos fijamos, hay varios dueños que no están desembolsando grandes cifras. De hecho, en casos como el Manchester United, los dueños están sacando dinero del club”, apunta Maguire.

Tanto Arsenal como United no han estado exentos de protestas por parte de los aficionados en épocas recientes por los malos resultados deportivos, pero eso no ha animado a Kroenke ni a los Glazer para terminar su relación con los clubes, ya que esta sigue siendo rentable a todos los niveles.

Si bien las distancias deportivas no preocupan a corto plazo, sí lo hacen la “americanización” del deporte.

“Lo que sí podemos vislumbrar es un deseo por parte de los dueños americanos de cambiar el fútbol. Partidos que se disputen en Estados Unidos, en Oriente Medio… Todo con el objetivo de atraer nuevos aficionados. Puede haber un intento por parte de estos dueños de tener un control absoluto de los derechos televisivos y vender el producto directamente al aficionado. Si ese fuera el caso, la diferencia entre la Premier, que ya tiene de por sí una ventaja financiera, y el resto de ligas se incrementaría”.

¿Puede hacer algo el Gobierno británico para evitar esta intrusión? Para evitar la entrada de dueños como los del Newcastle United y el Manchester City, procedentes de Arabia Saudí y Emiratos Árabes, países con un dudoso respeto por los derechos humanos, se redactó el ‘Fan Lead Review’, una serie de recomendaciones destinadas a, entre otros muchos puntos, controlar quién puede y quién no invertir en un club de fútbol.

“Es muy improbable que el Gobierno del Reino Unido trate de disuadir la llegada de inversores extranjeros. El fútbol no es diferente de otras industrias, así que entrometerse en el fútbol sería inconsistente”, matiza Maguire.

“Sin embargo, el principal problema en la relación entre el fútbol y el gobierno es si este aceptará las recomendaciones del ‘Fan Lead Review’ y si decide añadirlo a la legislación. Si ese fuera el caso, podríamos ver un cambio en la relación entre los clubes de fútbol y sus dueños”.

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