Washington, 28 jun (EFE).- La naturalización de inmigrantes beneficia a las economías locales a través de una mayor recaudación tributaria y a los propios naturalizados a través de mejores ingresos, tasas de empleo y propiedad de vivienda, e inclusión financiera, según un informe publicado hoy martes.
El estudio lo llevó a cabo Cities and Counties for Citizenship (Ciudades y Condados por la Ciudadanía, CC4C), iniciativa en la que participan 103 condados y ciudades para incrementar la naturalización de los inmigrantes legales, presidida por los alcaldes de Nueva York, Eric Adams; Chicago, Lori Lightfoot; Los Ángeles, Eric Garcetti, y Seattle, Bruce Harrell.
“La inversión en la ciudadanía significa invertir en las ciudades y economías locales”, dijo Nicole Melaku, directora ejecutiva de National Partnership for New Americans (Sociedad Nacional por los Nuevos Estadounidenses, NPNA), organización que aglutina a 60 de los mayores grupos regionales de derechos de los inmigrantes del país.
“Los ciudadanos naturalizados tienen mayores oportunidades económicas, incluida la posibilidad de solicitar empleos en el sector público y apoyos familiares, lo cual les alienta a hacer inversiones de largo plazo y profundiza sus lazos con este país”, agregó en un comunicado conjunto de CC4C y NPNA.
Precisó que, a través de la naturalización, sus sueldos aumentan en un estimado de 8,9 % anualmente, lo que deriva en mayores tasas de propiedad de vivienda, acceso a financiamiento y un incremento general de las contribuciones económicas de los inmigrantes.
El informe indica que hay en todo el país más de nueve millones de extranjeros con residencia legal que cumplen con los requisitos para convertirse en ciudadanos de Estados Unidos, aunque no lo han hecho.
“Factores como el costo, la barrera del idioma y los trámites burocráticos han impedido que muchos individuos elegibles completen el proceso. Si cada extranjero en edad de trabajar y elegible se convierte en ciudadano, los analistas calculan un aumento de 9.000 millones de dólares en sueldos, además de mayor poder adquisitivo y recaudaciones de impuestos”, indica el documento.
Entre los requisitos para adquirir la ciudadanía estadounidense se cuentan el tener 18 años como edad mínima, haber sido residente legal del país por cinco años, tener residencia y presencia continuas en Estados Unidos y dominar el inglés básico hablado y escrito.
Un examen pone a prueba la comprensión que el solicitante tenga de la historia y la forma de gobierno de Estados Unidos, y su lealtad a los principios de la Constitución estadounidense.
El informe indicó que el trámite es caro, con un costo de 725 dólares, y “para un individuo que gana 15 dólares por hora esa tarifa equivale a seis días de trabajo”.
“Puede haber costos adicionales como el transporte para acudir a las clases de preparación para el examen, tarifas de quienes dan esa asistencia, la transferencia de documentos desde el exterior y, si es necesario, el gasto de contratar un abogado”, añadió.
Por su parte, las agencias y organizaciones que procuran dar esta ayuda a los inmigrantes deben enfrentar la falta de fondos, la escasez de personal, la dificultad para establecer y desarrollar contactos con las comunidades inmigrantes y la parcialidad del apoyo de autoridades locales.
El comunicado conjunto puntualiza que “el mensaje que emerge es claro: incluso inversiones locales pequeñas en la ciudadanía pueden hacer una gran diferencia para los aspirantes a nuevos estadounidenses y sus comunidades”.
“Los beneficios pueden ser incluso mayores cuando los líderes de ciudades y condados se vuelven campeones de la causa de la naturalización, asignan recursos para la integración de inmigrantes, contratan personal específico y construyen fuertes asociaciones con organizaciones de base comunitaria”, acotó.

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