Los Ángeles, 5 jul (EFE News).- La Liga de Ciudadanos Latinos Estadounidenses Unidos (LULAC) envió al presidente Joe Biden una carta “sin precedentes” urgiéndolo a usar su autoridad ejecutiva para detener de inmediato “el uso ilegal de oficiales estatales de policía y soldados de la Guardia Nacional que están siendo enviados a la frontera de Texas con México” desde otros estados.
La organización indicó este lunes en un comunicado que Arizona, Nebraska, Idaho, Florida y Dakota del Sur están enviando efectivos a Texas, que a su vez también está desplegando a su policía estatal.
“Le dijimos al presidente en términos inequívocos que esta es una insurrección de estados recalcitrantes y rebeldes que debe ser detenida”, dijo el presidente nacional de LULAC, Domingo García, citado en el comunicado.
La carta fue entregada a la Casa Blanca el domingo 4 de julio.
De acuerdo con García, el envío de efectivos de varios estados a la frontera es una “acción unilateral de gobernadores” que “secuestra el Convenio de Manejo de Asistencia de Emergencia (EMAC) e involucra a nuestras Fuerzas Armadas en una maquinación de ‘pago por contrato’, financiada en parte por donaciones privadas”.
“El gobernador de Texas, Greg Abbott, y el expresidente Donald Trump hace unos días, en su llamada ‘visita’ a la frontera, siguen fomentando un peligroso odio racial y apuntando a los latinos, incluyendo refugiados, solicitantes de asilo e incluso ciudadanos estadounidenses que viven en la región fronteriza”, expuso.
Añadió que LULAC, la mayor organización hispana de derechos civiles en Estados Unidos, sostiene que “esta acción de milicia debe ser enfrentada antes de que se disemine”.
A su vez, Rodolfo Rosales, director estatal de LULAC en Texas, declaró: “¡Esto es una locura! Estamos siendo invadidos por gobernadores de la derrotada confederación para armar la frontera contra mujeres y niños de color que escapan de la persecución política, el hambre y la muerte”.
“Estos gobernadores están usando la sagrada cadena de mando para movilizar fuerzas cuya misión es defendernos de una invasión armada por parte de una nación extranjera, como mercenarios para salvar a la gente blanca de la amenaza marrón”, declaró.
La carta de LULAC le recuerda a Biden de la matanza que hace dos años costó la vida a 23 personas en El Paso, Texas, perpetrada por un individuo que buscaba matar “mexicanos”.
“Los crímenes de odio contra latinos y asiáticos estadounidenses se han vuelto incontrolables”, señaló García, quien demandó una intervención federal inmediata para detener la militarización de la frontera y “comenzar a actuar en el tema migratorio”.
Varios gobernadores han respondido a la petición de enviar efectivos a la frontera de Texas con México hecha por Abbott, que ha sumado así aliados a su causa contra el presidente Biden y sus políticas migratorias.
Abbott ha dicho que seguirá con la construcción del muro fronterizo iniciado por Trump durante su gestión presidencial (2017-2021), y ha arremetido también contra los centros de atención de niños que ingresaron solos al país.
A finales de mayo, el gobernador republicano dio un plazo de 90 días para que las agencias estatales den por terminadas las licencias de los albergues y programas en Texas que cuidan de los niños que han cruzado la frontera ilegalmente y están bajo custodia del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS).
