Por Anahí Hernández:
La varicela es una enfermedad causada por un virus llamado Varicella Zoster, y es altamente contagiosa. Durante esta enfermedad aparecen erupciones en la piel similares a las ampollas, mayormente en la cara y el tronco del cuerpo, ampollas que al romperse forman una costra y las erosiones continúan en ciclos de 3-4 días.
No es curable, sin embargo existe vacuna para su prevención en niños y adultos. Durante las primeras 24-36 horas, incluso antes de las erupciones, la persona puede presentar fiebre y dolor de cabeza.
Como recomendaciones generales se encuentran el tomar un baño al primer signo de infección y recortar bien las uñas para evitar rasguños, que puedan causar más infecciones y cicatrices. El paciente debe aislarse aproximadamente 10 días para evitar contagios. Se pueden realizar baños de bicarbonato de sodio, los cuales ayudan a aliviar la comezón y a evitar la diseminación del virus en el cuerpo.
Existen nutrientes que pueden ayudar durante los síntomas. Cuando se presenta fiebre se aumentan las necesidades corporales de calorías, líquidos (por lo que el paciente necesita hidratarse bien), vitaminas A y C. Además de necesitarse proteínas en mayor cantidad para la reparación de tejidos. Deben consumirse abundantes frutas y verduras con alto contenido de vitamina C, esta vitamina también puede suplementarse.
Algunas hierbas como el clavo rojo, el jengibre (en baños), el té de cártamo son recomendadas. El aceite de menta, de achicoria y avellana de la india ayudan al alivio de las ampollas.
Recuerda que antes de tomar cualquier suplemento, dieta o tratamiento debes acudir primero a un profesional de la salud.
Fuente: Almanaque de Nutrición/ Mc Graw Hill.
