Conciliar tarde el sueño causa desgaste congnitivo en latinos de mediana edad

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Miami, 23 dic (EFE News).- Un estudio de la Universidad de Miami (UM) descubrió que al demorarse en conciliar el sueño, los procesos cognitivos en hispanos de 45 a 64 años se deterioran, pero, según afirmó a Efe el neurólogo Christian Agudelo, hay alguna posibilidad de que la siesta pueda proteger la función de la memoria en esas edades.

“Los hispanos en Estados Unidos tienen más riesgo de demencia cuando se compara con la población angloamericana, y no sabemos por qué, por eso tenemos que investigar todos los vínculos que existen entre la vida del hispano, la memoria y sus procesos cognitivos”, dice Agudelo.

“Pensamos que el sueño está relacionado con la demencia”, apuntó el investigador de 37 años, especialista en medicina del sueño.

La investigación en la que participó, “Patrones de sueño actigráficos y deterioro cognitivo en el estudio de salud de la comunidad hispana/Estudio de latinos”, acaba de ser publicada en la revista de la Asociación del Alzhaimer estadounidense.

UN MONITOR DE PULSERA PARA MEDIR PATRONES DE SUEÑO

Se trata del único estudio -“que sepamos”, puntualiza Agudelo- que se ha adentrado en la relación sueño/procesos cognitivos en hispanos en los Estados Unidos.

“Pero también es el único que investiga hispanos de esa franja de edades. Escogimos personas de entre 45 y 64 años porque pensamos que el principio de los cambios cognitivos, que pueden ser degenerativos, empiezan a esa edad, no a los 70, en todos los seres humanos”, aclara el científico.

Los investigadores de la Facultad de Medicina Miller, de la UM, utilizaron la actigrafía para analizar los patrones de sueño en el hogar de 1.035 adultos del grupo de edad mencionado.

Neurokiwia, el portal de contenidos sobre Neurología, indica que la actigrafía “consiste en el registro de los movimientos de la mano del paciente durante las horas de sueño, por periodos prolongados”.

Según explicó Agudelo, los investigadores se valieron de “un monitor de pulsera que se usa en la muñeca, parecido a un ‘Apple watch’. La compañía nos da todos los datos de medición, no hay una caja negra, esa es la diferencia”.

Agudelo aclaró que el dispositivo debe llevarse puesto un mínimo de siete días ininterrumpidos.

El procesamiento de la información permite detectar patrones de sueño-vigilia, lo cual puede ser útil en el estudio de ciertas patologías tales como apneas nocturnas, insomnio, hipersomnias, movimientos periódicos durante el sueño o efectos secundarios de fármacos sobre el sueño, describe Neurokiwia sobre los datos enviados por el monitor.

El estudio forma parte de uno más amplio de diversas disciplinas médicas llevado a cabo por varias universidades del país que desde 2007 investiga el comportamiento de la salud de los latinos.

En ese estudio participan latinos de Nueva York, Chicago, San Diego y Miami, de acuerdo con un comunicado distribuido a la prensa.

Según el doctor Agudelo, en el estudio general participan más de 16.000 hispanos.

“Es una cooperación entre varias universidades; nuestro pedazo es el que investiga la conexión entre el sueño y los procesos cognitivos, otros estudian por ejemplo el corazón”, explica.

“Hicimos unos exámenes cognitivos, les medimos el sueño. Siete años después, volvimos a hacerles el examen”, desgrana el facultativo.

“Pasado ese tiempo, esas personas siguen con la vida cotidiana como siempre, pero descubrimos que en la edad media las funciones cognitivas empiezan a disminuir un poco y a las personas que tardan más en dormirse le viene más rápido la decaída cognitiva”, amplía sobre el proceso.

HACER LA SIESTA PUEDE AYUDAR

A la pregunta de si la siesta es buena, el neurólogo responde:

“Posiblemente la siesta pueda proteger los procesos cognitivos en la edad media. Todo el mundo estaba empeorando, pero los que hicieron la siesta empeoraron menos rápido”, señala.

“Lo que estamos comprobando es que los hábitos de sueño pueden predecir los cambios cognitivos. No podemos decir que hacer siesta mejora, pero sí que los que la hicieron tuvieron menos decaimiento. Es muy sutil la observación y a la vez muy importante. Ese sería el siguiente experimento”, vaticinó Agudelo.

De madre venezolana y padre colombiano, el investigador, criado en Miami y que se expresa en un perfecto español, afirmó que “hay que dormir y dormir bien”.

“Se lo digo a mis pacientes: no hay que tenerle miedo al sueño. El sueño es una oportunidad todas las noches de hacer algo bueno para la salud”, recapituló.

Alberto Ramos, director de investigación del Programa de Trastornos del Sueño de la UM y autor principal del nuevo estudio, señaló por su parte que “el sueño es un tema importante en este campo, ya que más de 50 millones de personas en todo el mundo tienen deterioro cognitivo y demencia, y la carga económica mundial anual de enfermedades supera más de un billón (mil millones de dólares)” por esta razón.

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