Por Anahí Hernández:
La baya de Açaí también conocida como palma manaca, es un fruto que se da de una palmera proveniente del norte de Sudamérica, específicamente en la zona selvática de Brasil. De color morado, es pequeño y redondo. Pero, ¿Cuáles son sus propiedades? El Açaí contiene hasta 30 veces más antioxidantes que una uva. Contiene vitaminas, A, C y complejo B. Es rico en aminoácidos y fibra.
Por sus propiedades nutricionales se recomienda como auxiliar en el tratamiento de problemas gastrointestinales, irritaciones en la piel, insomnio y disfunción sexual. Son beneficiosos para la mayoría de nuestros sistemas: digestivo, cardiovascular, neurológico, endócrino, inmune, etc.
Además de fortalecer nuestro sistema inmunológico brindando resistencia a los resfriados, mejora el aspecto de la piel, mejora la vista, la circulación y ayuda a la formación de glóbulos rojos, brinda energía por lo que combate la fatiga y el agotamiento, siendo además utilizada por deportistas de alto rendimiento. Ayuda a regular los niveles de colesterol y reduce el riesgo de ataque cardiaco, esto último por su potente antioxidante que le da el tono púrpura llamado antocianina. Este fruto por sus niveles de antioxidantes retrasa el envejecimiento y ayuda a combatir a los radicales libres.
Lo puedes encontrar generalmente concentrado en polvo en tiendas de “súper-alimentos”, no es recomendable consumir más del consumo diario recomendado (3 gramos al día).
Disfruta de sus beneficios con esta deliciosa receta:
Caramelos de Açaí con chocolate
Ingredientes:
- 100 ml de miel de abeja
- 2 cucharadas soperas de de Açaí en polvo
- 1/2 cucharadita de jengibre en polvo
- 120 gramos de manteca de cacao
- 60 gramos de cacao puro en polvo
- 10 gramos de té matcha en polvo
- Una pizca de sal de mar
Indicaciones:
Comienza derritiendo la manteca de cacao, puedes hacerlo en baño maría o en el microondas. En otro recipiente mezcla los polvos del cacao, el Açaí, el té matcha y el jengibre y pasa la mezcla por un colador para que quede tamizada la mezcla. Una vez tamizada, añádela poco a poco a la manteca de cacao derretida, agrega la miel de abeja y sal. Coloca la mezcla en moldes individuales pequeños o un molde grande para cortarlos posteriormente.
