“Soñadores” que trabajan en hospitales: “Seguiremos combatiendo el COVID”

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Fotografía personal cedida donde aparece la soñadora Karen García, una sanitaria que trabaja en un hospital de Phoenix, Arizona. EFE/Karen García /SOLO USO EDITORIAL /NO VENTAS

Phoenix (AZ), 19 jun (EFE News).- La decisión del Tribunal Supremo de mantener el programa de la Acción Diferida (DACA) ha supuesto un alivio para los más de 62.000 “soñadores” que laboran como trabajadores sanitarios y que ahora dicen sentirse más seguros por unos meses y poder estar concentrados en su lucha contra la pandemia del coronavirus.

“Aparte de lidiar con la preocupación de los pacientes, estábamos presionados emocionalmente por DACA”, confesó a Efe Karen García, sanitaria que trabaja en un hospital de Phoenix, Arizona, en la primera línea de la lucha contra la pandemia del COVID-19 y quien se confesó sorprendida con la decisión de este jueves del Supremo.

“Era una preocupación el no saber si íbamos a seguir trabajando, especialmente en los hospitales donde hay tantos enfermos necesitados”, agregó, tras reconocer que estaba preparada para lo peor por la “negatividad que se vive”.

El temor de la sanitaria se ha visto corroborado luego de que Trump anunciará hoy en su cuenta de Twitter que volverá a intentar cancelar el programa migratorio y que en breve enviarán “documentos mejorados” en los que atenderán los requerimientos del Alto Tribunal.

Con cinco votos a favor y cuatro en contra, el fallo del Supremo cerró un limbo de casi tres años para los inmigrantes que se benefician de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), tras señalar que la decisión de la actual Administración de cancelar el programa en 2017 “fue arbitraria y caprichosa”, en lo que fue un revés para el presidente Donald Trump.

“Ahora hay que seguir luchando para lograr una solución permanente, sabemos que no ha terminado la batalla, aunque esto es una ganancia”, dijo García, que llegó de México con 4 años, en alusión al camino hacia la residencia permanente para los beneficiarios de DACA, y claro a la intención de Trump de mantener su batalla.

Creado mediante decreto en 2012 por el entonces presidente Barack Obama, este programa difiere la deportación de indocumentados que eran niños o adolescentes cuando ingresaron ilegalmente al país, y que en muchos casos jamás han estado en su país de origen.

DACA cambió la vida de muchos jóvenes, como Javier Quiroz, quien pudo desempeñarse como enfermero registrado en Houston (Texas), donde actualmente trabaja en uno de los hospitales con más pacientes infectados de COVID-19.

“Soy de los pocos que habla español y por la gran cantidad de pacientes hispanos tengo mucho trabajo. Somos de los hospitales con más movimiento, fuimos los primeros en trabajar con transfusiones de plasma para combatir el coronavirus”, explicó a Efe.

Quiroz ha sido el primer “soñador” en recibir el Premio Espíritu de Enfermería, que cada año se otorga a un estudiante de enfermería por su destacado desempeño, y dijo que por ahora el estrés de las últimas semanas ha desaparecido.

“Esta extensión es un alivio para muchos que sabemos que no es una protección permanente, sino temporal”, señaló.

El inmigrante de 29 años, padre de un bebé de un año, dijo que era “injusto y cruel” que durante la pandemia muchos médicos y enfermos que están amparados por DACA desarrollarán su labor en medio de la incertidumbre.

“Ya no somos esos jóvenes saliendo de High School (secundaria), que no tienen una educación profesional. Somos doctores, enfermeros; que trabajamos, construimos casas, créditos y adquirimos responsabilidades, no podemos regresar atrás”, enfatizó Quiroz, arribado al país a los 3 años de edad desde México junto a sus padres.

La última Encuesta de la Comunidad Estadounidense (ACS), de 2018 y hecha por la oficina del Censo, muestra que casi 62.000 trabajadores de atención médica esenciales son inmigrantes elegibles para DACA.

De ellos, 24.000 trabajan en hospitales y otros 38.000 trabajan para centros de atención, servicios, instalaciones, consultorios médicos, viviendas comunitarias y hospitales psiquiátricos y de abuso de sustancias.

La psicóloga y “soñadora” Lilly Campos, quien acaba de concluir su tesis de doctorado sobre la constante exposición al racismo y la discriminación, señaló Efe que continuar con DACA es positivo no solo para los beneficiarios sino para todas las comunidades del país.

“Las médicos, enfermeros, trabajadores de la salud como yo, que estamos al frente de esta pandemia, no solo luchamos contra el virus del COVID-19, sino contra el virus del racismo que ha impactado nuestras vidas por años”, aseguró Campos, quien radica en San Francisco (California).

“La humanidad no se puede definir con un papel. Aunque necesitamos un estatus para adaptarnos socialmente y económicamente, no nos define como las personas que somos”, defendió.

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