Cultura de racismo está en el ADN de EEUU desde su fundación, dicen expertos

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Nueva York, 9 jun (EFE News).- Durante las últimas dos semanas, masivas y a veces violentas protestas envolvieron al país. La historia se repitió: otro hombre negro muerto a manos de un policía que juró cuidar a todos por igual, y una vez más miles dejaron oír su voz para pedir cambios y decir basta al racismo, que según expertos en el tema está en el ADN de Estados Unidos desde su fundación.
“La conducta (de la policía) es consecuencia de un racismo desarrollado por más de 400 años en todas las instituciones, pero principalmente en las del orden público que hasta ahora ha mostrado un desbalance en rendir cuentas a la comunidad negra y latina en la misma manera que lo hace a una comunidad reconocida como blanca”, dijo a Efe Milta Vega Cardona, dedicada a concienciar sobre ese tema.
“Racismo es cuando la raza sufre prejuicio. Es lo que ocurre por la piel en la que vive un negro; siempre hay una interrogante” en torno a esa persona, afirmó Vega, y agregó que en EE.UU. “hemos recibido una educación que dice que hay razas y que están divididas en cuál es la mejor contra cuál es la peor, y que la mejor es la blanca y la peor es la negra”, y en medio de ambas la asiática y los latinos.
Debido a ese racismo institucionalizado se ha visto a los negros como seres inferiores, como una propiedad, que en uno de los momentos más oscuros de la historia también fueron linchados, como también lo fueron los mexicanos.
El racismo ha continuado hasta el presente con casos de brutalidad policiaca que han ocurrido una y otra vez y estremecido al país, y nada cambiará mientras no se cambie esa cultura de inferioridad que le han atribuido al negro, señaló.
George Floyd es el más reciente nombre agregado a la lista de afroamericanos muertos a manos de un policía. Esa larga lista incluye, entre otros, a Eric Garner en Nueva York, que en 2014 murió víctima de una llave de estrangulamiento, también por un policía blanco. También a Amadou Diallo en 1999, cuando cuatro agentes dispararon 41 balazos contra el guineano.
No todos los agentes involucrados han sido acusados, como en el caso de Garner, ni a nivel local o federal, o hallados culpables tras enfrentar juicio, como en de Diallo.
Nadie olvida tampoco en Nueva York a Abner Louima, de origen haitiano, torturado y sodomizado con un palo de escoba por el policía Justin Volpe, sentenciado a 30 años de prisión, en uno de los peores casos de brutalidad policiaca en esta ciudad.
De acuerdo con Mapping Police Violence, que recopila datos sobre asesinatos policiales para cuantificar el impacto de esa violencia en las comunidades, en 99 % de los asesinatos cometidos por la policía entre 2013 y 2019 no hubo acusaciones.
El racismo también existe entre latinos y afroamericanos hacia otros de su propia comunidad, señaló por su parte a Efe Joseph Maldonado, de origen colombiano, profesor en John Jay College de Nueva York y que también ofrece charlas sobre racismo.
Maldonado, un negro latino, dice haberlo experimentado cuando solo tenía siete años pero no haberlo concienciado hasta que hace casi veinte años comenzó a trabajar con el tema del racismo.
Recuerda haber ido con su padre a un supermercado donde había máquinas expendedoras de dulces y barcos de juguete, y haber tenido una servilleta en su mano porque tenía gripe. Un guardia de seguridad se le acercó y le dijo “Dámelo”.
“En Colombia tenemos la costumbre de que a los hombres les regalamos pañuelos y como tenía gripe mi pañuelo estaba sucio y yo pensaba que tenía que dárselo. El me tomó de una mano y me pedía que le diera lo que tenía en la otra mano”, recordó.
Cuando su padre se percató de la situación y preguntó que ocurría, el hombre dijo que su hijo se había robado un barco de juguete. “Yo abrí mi abrigo y vio que no tenía nada. Entonces él y mi padre se enfrascaron en una discusión que casi se van a los golpes. Cuando analizo esa situación creo que el guardia creyó que me robé algo por lo que pensaba de un niño negro, marrón. Automáticamente pensó lo peor”, indicó.
“Él, como mucha gente latina y afroamericana, piensa lo peor de nosotros mismos; uno internaliza ese racismo. Si hubiese sido un niño blanco me hubiese preguntado si necesitaba otra servilleta”, afirmó.
Destacó que lo más que le impactó entonces fue cómo su padre y el guardia, ambos negros, se insultaban. “Eso fue muy profundo para mí. Dos hombres de color se estaban insultando y de la manera que lo hacían tiene que ver con el racismo internalizado” en este país, indicó.
Vega Cardona destacó por su parte que todas las personas que son socializadas en EE.UU. reciben el mismo mensaje: “Que las personas identificadas como blancas son las que tienen el poder y las más humanas porque el entendimiento de humanidad se da a los blancos, de que son los más bonitos, lo mejor, y los negros los más feos, los menos inteligentes y menos valorados. Eso lo hemos visto también en la televisión”.
“Cuando una persona de color recibe ese mensaje al ver una persona con su parecido la ve como menos, y eso no es racismo sino el proceso de internalizar los mensajes de inferioridad que han sido desarrollados en una cultura que respeta y aprecia lo blanco y disminuye la humanidad de todo el resto.

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