A las mujeres ejecutivas se las juzga con más severidad que a los hombres

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Washington 24 oct (EFEUSA).- Cuando una mujer es la que dirige una empresa o
una organización, la gente tiende a darle menos apoyo si incurre en una
falla ética que si el director fuera un hombre, pero si se trata de
incompetencias, las compañías encabezadas por mujeres sufren menos
consecuencias negativas que las lideradas por hombres, según un estudio
publicado hoy en la revista Journal of Personality and Social Psychology.

“Nuestro estudio encontró que la confianza de los consumidores y su
disposición a respaldar una organización después de alguna falla varía
dependiendo del género de quien encabeza la organización y el tipo de
incidente”, dijo Nicole Votolato Montgomery, una psicóloga en la Universidad
de Virginia y autora principal del informe.

“Las mujeres sufren penalizaciones más grandes por las transgresiones éticas
debido a los estereotipos de género persistentes que tienden a categorizar a
las mujeres como dotadas de más rasgos comunitarios que los hombres, como la
simpatía, la sensibilidad y la consideración hacia los demás”, añadió.

Aún si se trata de situaciones y posiciones de liderazgo “igual se espera
que las mujeres sean más consideradas hacia la comunidad que sus
contrapartes masculinos”, dijo Montgomery.

El estudio señaló que, “por el contrario, las fallas por incompetencia, en
general, causan menos respuesta negativa para una organización dirigida por
mujeres que para una encabezada por hombres”.

Montgomery y la coautora, Amanda Cowen, llevaron a cabo tres experimentos
para examinar en qué forma el género influye en las percepciones acerca de
las organizaciones dirigidas por mujeres o por hombres, después de una
incompetencia, como un producto fallido o un falta ética, como el
conocimiento de que el producto era inapropiado pero se ha omitido informar
al público.

En el primer experimento 512 participantes leyeron un artículo acerca de una
empresa fabricante de vehículos y luego respondieron a una encuesta sobre su
intención de comprar uno de esa firma. Un tercio de los participantes leyó
acerca de una falla ética, un tercio acerca de una incompetencia, y el
tercer grupo leyó sólo una descripción de la firma.

En el segundo experimento 416 participantes leyeron el mismo artículo que el
grupo anterior y completaron el mismo cuestionario, pero en esta ocasión
respondieron con sus actitudes acerca de la marca, los anuncios
publicitarios, si recomendarían la compañía a otros, y sobre la eficacia de
la persona al frente de la empresa.

Y para el experimento final Cowen y Montgomery analizaron si los juicios de
los consumidores cambiarían si hubiese mujeres ejecutivas al frente de los
negocios en industrias que se consideran, por estereotipo, más femeninas,
como productos para niños, en contraste con una empresa automotriz.

“Aunque las mujeres siguen teniendo una representación proporcionalmente
baja en los escalafones superiores de las organizaciones, hay algunas que
ahora ocupan posiciones de liderazgo muy visibles”, indicó el artículo.

“Esto plantea nuevas cuestiones acerca de cómo el género pueda continuar
moldeando las percepciones acerca de estas líderes de manera que tenga
consecuencias no sólo para sus carreras, sino también para las
organizaciones que dirigen”, concluyó el estudio.

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