Nueva York (EFEUSA).- En primera línea de la marcha contra la crisis climática de este viernes en Nueva York es reconocible el rostro de la niña sueca Greta Thunberg, pero junto a ella hay “otras Gretas”: líderes indígenas llegadas de todo el mundo para reclamar que la humanidad se una en defensa de la Madre Tierra.
“Necesitamos ayuda urgente, no dejar que por temas empresariales y políticos se pierdan la naturaleza y las personas indígenas”, exhortó a Efe la joven boliviana María José Bejarano de Oliveira, de 18 años, seleccionada por su comunidad para representar a la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia.
“Los Pueblos Indígenas Chiquitanos de Bolivia están en una situación devastadora, van cuatro millones de hectáreas quemándose y el Gobierno no declara desastre nacional”, explicó Bejarano, que considera un privilegio tanto como una “responsabilidad” llevar su voz a la huelga.
Junto a ella, en un encuentro con periodistas previo a la marcha hacia el sur de Manhattan, se encontraba la brasileña Artemisa Barbosa Ribeiro, de 17 años, una combativa activista del pueblo Xakriabá que recientemente acompañó a Thunberg a exigir soluciones al Congreso de Estados Unidos.
Con diadema de plumas y su cara, pecho y brazos pintados, Barbosa arremetió contra el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y criticó que “se está derramando sangre indígena cada vez que el Gobierno recibe dinero” para proyectos que destruyen la naturaleza, “que es la vida de todos, no solo de nosotros”.