Nuevos ciudadanos cumplen su ilusión ante el ilusionista David Copperfield

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Washington (EFE).- El ilusionista David Copperfield acompañó a un grupo inmigrantes a cumplir su sueño de convertirse en ciudadanos de EE.UU., en una ceremonia cargada de simbolismo por celebrarse el día de la bandera y en la que se reconoció el aporte de los extranjeros a este país.
Fabiola, Marcelo y Ariel apenas sobresalían entre el grupo de inmigrantes, muchos de ellos después de esperar varios años, que cumplió su sueño de convertirse en ciudadanos.
El escenario fue el teatro Warner Bros del Museo Nacional de Historia Estadounidense, que acogió la ceremonia en la que 14 inmigrantes juraron, en coincidencia con el día de la bandera, como nuevos ciudadanos, una condición que les ha costado sacrificios, dejar atrás a sus familias y adaptarse a un nuevo hogar.
“Todos mis sueños se han hecho realidad, estoy muy contenta, pero muy contenta, de tener la ciudadanía de este país, un país de libertad”, declaró a Efe Cristina Benavente, una mujer que hace 20 años llegó a EE.UU junto a su esposo desde su natal Perú.
Según ella, “hay que estar muy claros con esta realidad: es un país de oportunidades, pero es un país de trabajo, de esfuerzo” y, como muchos otros, de “muchas dificultades”, pero en el que, al final, si se pone empeño, se logran los objetivos.
“Es duro dejar a la familia, dejar nuestros sueños como profesionales y venir acá como simples, muy simples, y empezar”, confesó con algo de nostalgia, tras asegurar que se graduó de enfermera en su país, pero orgullosa de haberse convertido en niñera en EE.UU., oficio que ahora le deja la satisfacción de ver a muchos de sus pequeños graduarse y camino a la universidad.
Con un certificado, muy similar al título que otorgan las instituciones educativas y una pequeña bandera, los aspirantes a la ciudadanía entraron al teatro y se ubicaron en la tarima, por la que minutos antes había pasado David Coppeffield, el ilusionista recordado por haber hecho desaparecer la mítica Estatua de la Libertad de Nueva York, la inmigrante símbolo de este país.
Haciendo honor a la bandera izada el 14 de septiembre de 1814 por los soldados que derrotaron a las fuerzas británicas y la cual inspiró el himno de Estados Unidos, Copperfield hizo “aparecer” de dentro de una caja de cartón instalada sobre una plataforma a un joven vestido de época que traía en un bolso un trozo que le falta la insignia de ese entonces y que corresponde a la estrella 15.
Dirigiéndose a los nuevos ciudadanos, Copperfield destacó que han traído “diferentes culturas y experiencias” que se suman a la “historia nacional” e indicó que con su acto de este viernes quería recordaría cuánta fuerza se puede alcanzar “estamos unidos”.
Una reflexión similar hizo Marcelo Rafael Llanos, ahora de 35 años y quien llegó hace 15 desde los 3.600 metros de altura de La Paz (Bolivia), quien describió a los inmigrantes como “un ladrillo para esta gran muralla que es Estados Unidos de América”.
“Es un país que está formado de inmigrantes de todo lado del mundo”, apuntó este padre de dos pequeños nacidos en el país y quien se ha dedicado al sector hotelero, para quien el esfuerzo del inmigrante “es muy importante” para el país.
Mientras que Ariel Castillón, nacido en Argentina y cuya familia está conformada por una argentina y un boliviano, celebró como estudiante que la ciudadanía le dará “más oportunidades en el trabajo”.
“Mi papá vino aquí porque no quería que yo viviera como el vivía con su familia allá en Bolivia”, confesó orgulloso del sacrificio de sus padres este joven, quien vive desde que tenía un año en EE.UU. y a quien le falta un semestre para graduarse en el Virginia Tech.
Según cifras del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), en 2017 recibieron un total 986.851 solicitudes de nacionalización y 707.265 personas adquirieron la ciudadanía.

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