Italia y Estados Unidos se miden en la casa de Courtois y De Bruyne

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Roma, 19 nov (EFE).- La selección de Italia y la de Estados Unidos cerrarán este martes su 2018 con un amistoso en Genk (Bélgica), una pequeña ciudad cuyo club lanzó a muchos grandes talentos del fútbol belga, como el meta del Real Madrid Thibaut Courtois o el medio del Manchester City Kevin De Bruyne.
El estadio Liminus Arena de Genk acogerá un encuentro entre dos conjuntos que fracasaron en clasificarse para el último Mundial y que buscan relanzar su movimiento, con la obligación para Italia de reencontrar acierto goleador y para Estados Unidos de reaccionar tras el revés 0-3 sufrido contra Inglaterra.
Lo harán en un coliseo de un Genk actualmente capitaneado por el español Alejandro Pozuelo y por el que también pasaron jugadores como el defensa del Nápoles Kalidou Koulibaly, el extremo del Bayer Leverkusen Leon Bailey, el medio del Lazio Sergej Milinkovic-Savic o el exdelantero del Liverpool Christian Benteke.
Italia, cuatro veces campeona del mundo, tocó el punto más bajo de su historia con la eliminación en la repesca mundialista contra Suecia, mientras que Estados Unidos perdieron el billete para Rusia al acabar quintos en su grupo detrás de México, Costa Rica, Panamá y Honduras.
En este contexto, el partido de Genk supone una oportunidad para Italia para realizar nuevas pruebas, lanzar jóvenes y reencontrarse con el gol tras marcar solo dos tantos en los últimos cuatro partidos y no anotar nunca más de una diana en los últimos siete.
La sequía goleadora “no es un detalle”, subrayó el seleccionador italiano, Roberto Mancini, al acabar 0-0 el último duelo con Portugal en la Liga de Naciones, fastidiado por haber creado un imponente número de ocasiones (16) sin enviar el esférico al fondo de la red.
Por su parte, Estados Unidos tienen hambre de revancha tras ser arrollados 3-0 por Inglaterra en Wembley y ganar solo uno de los últimos siete partidos (un 1-0 a México en amistoso en Nashville), con seis goles marcados y trece encajados.
Será la decimotercera vez que italianos y estadounidenses se enfrentan. Se trata de un partido que en tres ocasiones valió para la fase final de un Mundial y que ve a los hombres de Mancini lucir una tradición positiva, con ocho victorias, tres empates y una sola derrota.
Para la cita de Genk, Mancini promoverá una versión muy joven de su selección y concederá descanso a muchos de sus jugadores más representativos, como Giorgio Chiellini, Leonardo Bonucci o Alessandro Florenzi, que guardarán energías de cara a los próximos compromisos con sus respectivos clubes.
Por su parte, en Estados Unidos el seleccionador Dave Sarachan no podrá contar con Weston McKennie, talento del Schalke 04, ni con Luca De La Torre, del Fulham, quienes abandonaron la concentración por lesión tras el duelo de Wembley.
Sin embargo, Christian Pulisic, extremo del Borussia Dortmund, De Andre Yedlin, rápido lateral del Newcastle, o Timothy Weah, del París Saint Germain e hijo de George Weah, apuntan al once estadounidense en el Luminus Arena.
Pese a ser un amistoso, el encuentro contará con una buena respuesta por parte del público. El fútbol es la principal atracción de Genk y cada fin de semana el Luminus Arena se llena con más de 24.000 espectadores, más del 30 % de la población (65.000 personas), para empujar a sus ídolos.
En ese choque, la UEFA realizará además unas pruebas con el VAR de cara a la introducción en sus próximas competiciones, a partir de la Supercopa europea de la próxima temporada.

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