Médicos recuerdan proteger a los niños de sobredosis accidentales

0
1553

LEAWOOD, 1 nov /PRNewswire-HISPANIC PR WIRE/ — Hay pocas cosas más aterradoras que la tragedia que puede ocurrir cuando un niño ingiere un medicamento que no es para él. Es aún más trágico cuando un niño muere o es hospitalizado por una emergencia que podría haberse evitado fácilmente. Sin embargo, sucede más a menudo de lo que uno podría pensar, y el problema está empeorando.

En un momento en que Estados Unidos se enfrenta a la epidemia de los opioides, el Dr. John Cullen prescribe analgésicos opiáceos sólo como último recurso. Pero cuando lo hace, la cita no termina simplemente con el paciente saliendo por la puerta con una receta, aseguró Cullen. Es necesario mantener una conversación importante antes de enviar a un paciente a casa con opioides, especialmente cuando hay niños o huéspedes en el hogar.

“Los opioides tienen un propósito y a menudo son necesarios para el manejo adecuado del dolor en algunos pacientes”, dijo Cullen, médico de familia en Valdez, Alaska, y presidente de la American Academy of Family Physicians (Academia Estadounidense de Médicos de Familia, o AAFP). “Sin embargo, es importante que los médicos hablen con los pacientes sobre los posibles efectos secundarios y la posibilidad de volverse dependientes o adictos. Además, si hay niños o huéspedes en la casa, el paciente necesita ser educado sobre el almacenamiento adecuado de los mismos para prevenir la ingestión accidental que puede conducir a una sobredosis”.

Según un estudio reciente de la revista Pediatrics, el número de niños de entre uno y 17 años de edad que ingresaron a las salas de emergencia de EE. UU. por diagnósticos relacionados con los opiáceos casi se duplicó entre 2004 y 2015, con 3,647 hospitalizaciones relacionadas con los opioides en 31 hospitales pediátricos distintos. Más de cuatro de cada diez niños que fueron admitidos requirieron atención médica en una unidad de cuidados intensivos pediátricos, y el 1.6 por ciento de ellos falleció.

Según los autores del estudio, es probable que los niños se enfermaron después de ingerir los medicamentos recetados de sus padres. Sin embargo, en otros casos, las sobredosis son el resultado de que los adolescentes roban las drogas con fines recreativos o de autodestrucción. Los autores concluyen que los esfuerzos para reducir el uso de opiáceos en adultos no han reducido la incidencia de la ingestión de opioides por parte de los niños, y que se necesitan esfuerzos adicionales para reducir la exposición prevenible a los opioides en los niños.

Es por eso que los médicos de familia de Estados Unidos continúan sus esfuerzos para educar al público sobre el almacenamiento y la eliminación segura de los opiáceos recetados y otros medicamentos, según Cullen.

La AAFP recomienda que todos los medicamentos, especialmente los opioides, se guarden en su envase original dentro de un armario cerrado con llave, una caja de seguridad o un lugar donde los niños y otras personas no puedan acceder fácilmente a ellos.

“El robo de opioides por parte de los que visitan la casa también puede ser una preocupación, lo que significa que nunca es una buena idea dejarlos al descubierto”, dijo Cullen. “La realidad es que no siempre es posible detectar a un adicto, aunque sea un miembro de la familia, un amigo, un vecino, un cuidador o un técnico de reparaciones en el hogar. La seguridad es lo más importante”.

Además del almacenamiento seguro, la eliminación segura es fundamental.

“Los medicamentos no utilizados no se deberían conservar para un uso futuro”, aseguró Cullen. “No sólo pueden vencer y volverse ineficaces, sino que no vale la pena correr el riesgo de que caigan accidentalmente en las manos equivocadas.”

Muchas comunidades tienen programas de recuperación de medicamentos. Pida más información a su médico de familia o visite la Oficina de Lucha contra la Desviación de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) para obtener más información. También puede llamar a su compañía local de manejo de desechos para preguntar si hay algún programa de recuperación de medicamentos en su comunidad.

Los opioides, tanto las píldoras como los parches, a menudo vienen con instrucciones de tirar los medicamentos no utilizados por el inodoro con el fin de prevenir su consumo involuntario o el abuso ilegal de los mismos. Si su comunidad advierte en contra de tirar los medicamentos no utilizados por el inodoro, tome las siguientes medidas en su lugar:

  • Retire la información personal de la etiqueta de la receta y guarde el medicamento en su envase original.
  • Agregue agua a las píldoras sólidas. También agregue al envase una sustancia no tóxica e incomestible, como posos de café o arena para gatos.
  • Selle el recipiente con cinta adhesiva y colóquelo dentro de un segundo recipiente sin marcar, y después colóquelo en la basura.

Para obtener más información sobre el uso, el almacenamiento y la eliminación segura de los opioides, visite el sitio www.familydoctor.org.

Deja un mensaje /Leave a Reply