Ginebra, 23 Ago (Notimex).- El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) pidieron hoy a la comunidad internacional un mayor apoyo para los países latinoamericanos que acogen a un creciente número de venezolanos que huyen de su país.
Los dos organismos calculan que de los 2.3 millones de venezolanos que están viviendo en el exterior, más de 1.6 millones han salido de su país desde 2015, de ellos el 90 por ciento se encuentra en naciones de Sudámerica.
En un comunicado conjunto, el titular del ACNUR, Filippo Grandi, y el director de la OIM, William Lacy Swing, expresaron su preocupación por las nuevas medidas migratorias aprobadas en Perú y Ecuador, que afectan a los migrantes y refugiados venezolanos.
Ambos se refirieron en particular a las nuevas exigencias en materia de pasaportes y de entrada en las fronteras de Ecuador y Perú, así como las modificaciones introducidas a los permisos temporales de residencia de los venezolanos en territorio peruano.
“Reconocemos los crecientes desafíos asociados con la llegada masiva de venezolanos, pero es esencial que cualquier nueva medida siga permitiendo que aquellos que necesitan protección internacional tengan acceso seguro y puedan pedir asilo”, dijo Grandi.
“Saludamos los esfuerzos ya realizados por los países receptores para brindar seguridad, apoyo y asistencia a los venezolanos que huyen de la profunda crisis en su país. Confiamos en que estas muestras de solidaridad continúen en el futuro”, pidió, por su parte, Swing.
El ACNUR y la OIM se mostraron preocupados por los más vulnerables, como los niños, adolescentes y mujeres, que están intentando reunirse con sus familias que ya emigraron, así como por los menores que viajan sin ningún familiar, dado que no podrán cumplir con los requisitos de documentación y por lo tanto corren más riesgo de ser explotados.
Subrayaron que esta situación muestra la necesidad urgente de aumentar la participación y la solidaridad internacional en apoyo de los planes de respuesta de los gobiernos latinoamericanos y atender las necesidades humanitarias más urgentes para garantizar el tránsito seguro de los venezolanos.
