Salud mental e idioma, claves en la difícil adaptación escolar de inmigrantes

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Los Ángeles, 2 nov (EFEUSA).- Los retos que enfrenta el sistema educativo estadounidense con jóvenes que no hablan inglés, así como el bajo rendimiento académico de éstos aparejado a traumas migratorios, fueron discutidos hoy en una conferencia nacional realizada a través de internet.
El Instituto de Política Migratoria (MPI, sigla en inglés) facilitó la conferencia para comentar los resultados del informe “Más allá de enseñar inglés: Apoyo para completar la preparatoria para los estudiantes inmigrantes y refugiados”.
En el foro, la especialista del Centro de Evaluación, Inscripción y Colocación (SEPA) del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles (LAUSD), Nicole Mitchell, presentó algunos de los esfuerzos realizados para enfrentar esta situación.
Según explicó Mitchell, entre los recursos utilizados por SEPA figuran “proveer material en su idioma a los estudiantes y a sus familias, hacer seguimiento de casos de los alumnos para tratar de evitar retrasos y ofrecer ayudas y referencias para asegurar la salud mental de las familias”.
La moderadora de la mesa redonda, Margie McHugh, directora del Centro Nacional de Políticas de Integración de Inmigrantes de MPI, se basó en la reciente experiencia de distritos escolares a todo lo largo de los Estados Unidos.
McHugh señaló que “es urgente aumentar la capacidad profesional para ofrecer buenos servicios, tanto académicos como no académicos para los recién llegados”.
Los sistemas escolares del país necesitan mejorar su infraestructura y aumentar sus recursos para atender las necesidades de inmigrantes y refugiados que recientemente han llegado al país, destacó el estudio presentado hoy.
“Siguiendo estos pasos, los sistemas escolares pueden ayudar a los estudiantes inmigrantes a cumplir sus metas educativas e ingresar a la fuerza laboral con un paso firme”, señaló Julie Sugarman, autora del estudio y analista de políticas de MPI.
Una recomendación de los expertos se enfocó en evaluar las políticas y prácticas creadas provisionalmente por profesores y administradores, en respuesta a las nuevas necesidades y sistematizar aquellas que son efectivas.
Entre octubre 2013 y septiembre 2014 arribaron al Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles cerca de 2.900 menores provenientes de centros de detención al pasar la frontera, “la mayoría en edades de entre 14 y 17 años. Muchos habían experimentado algún trauma significativo”, se notificó.
Los expertos destacaron por otro lado la fuerte carga que representa para los distritos escolares el desproporcionado número de jóvenes provenientes de Centroamérica y México que arribó al país en los últimos cuatro años.
Según datos de la Patrulla de Fronteras, entre 2013 y 2016 llegaron al país por la frontera sur y, fueron procesados, cerca de 207.000 menores no acompañados, a los que se suman más de 200.000 familias.

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