Por: David O. Brugés Solórzano
Esta semana el presidente de los Estados Unidos el republicano Donald Trump, pronuncio un discurso en la ciudad de Cedar Rapids (Iowa) en donde proponía construir el muro de la frontera mexicana con paneles solares para que el pago de este fuera menor y así poder ayudar a los vecinos del sur.
Ideas como estas hacen ver a Trump como un ser de baja capacidad intelectual, que a través de la fuerza quiere imponer su voluntad.
A él se le olvido que su señora madre llego en un buque proveniente de Escocia a comienzos del siglo XX, sin ningún tipo de visado de entrada al país. Llego como refugiada de una depresión económica que azotaba Europa después de la Primera Guerra Mundial.
Y por sucesos afortunados logro casarse con un ciudadano norteamericano y así conseguir legalizarse en el país.
Tratar como animales a los seres humanos que cruzan la frontera del Estados Unidos a buscar una mejor vida es de las cosas que más crean resentimiento entre personas han vivido en armonía hasta la ascensión a la presidencia de Trump.
La electricidad se descubrió para mejorar las calidades de vida de los residentes del planeta tierra, no para separar y mucho menos para causar daño a personas que anhelan vivir el sueño americano.
