Por: David O. Brugés Solórzano
El jueves anterior, el ex director del FBI el abogado James Comey testificó ante el Senado de los Estados Unidos en la investigación que lleva a cabo el gobierno norteamericano a las intervenciones en política del gobierno ruso.
Comey explicó detalladamente las conversaciones que sostuvo con el presidente Donald Trump en febrero de 2017, después de la posesión presidencial.
Dio a entender con sus declaraciones que Trump quería desviara la investigación del escándalo ruso para no salpicarse y que le fuera fiel a él.
Y Comey honrando la responsabilidad tan grande que tenía en esa época como investigador le expreso al presidente que su intención es serle leal al cargo que tenía y no fiel a este.
Esto sacó de casillas al presidente y decidió retirar de manera unilateral a Comey del cargo.
Después de las declaraciones dadas por el ex director, Trump ha guardado silencio y no ha publicado nada en sus redes sociales.
La única defensa por parte del presidente es denunciar a Comey por filtrar comunicaciones privadas e injuria.
Definitivamente la política es el arte de hacer lo posible imposible. No se sabe quién está diciendo la verdad, lo único que sabemos es que se avecinan muchas investigaciones que se posarán a las puertas de la Casa Blanca.
