Jordan Morris, Cyle Larin y el progresivo impacto de los jugadores juveniles en la MLS

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Con el Combine de la MLS y el SuperDraft a la vuelta de la esquina, es de notar lo mucho que ha cambiado el ambiente del fútbol en Estados Unidos y Canadá recientemente. Nada representa más ese cambio que el nivel presentado por los jugadores juveniles que han llegado a la MLS en los últimos años.

Con el pasar del tiempo, jugadores con talento que solían forjar sus habilidades en el fútbol universitario han sido descubiertos a más temprana edad por las crecientes academias de los clubes de la MLS y por dinámicos programas como la Generación adidas. ¿El resultado? Una camada de jugadores que llegan a la MLS acostumbrados a lidiar con los rigores del fútbol profesional y que logran tener un impacto inmediato en su primer año de carrera.

Ese crecimiento del jugador juvenil en Estados Unidos y Canadá fue personificado en 2016 por el atacante de los Seattle Sounders Jordan Morris, quien fue una figura fundamental para que el equipo levantara el primer trofeo de la MLS Cup en su historia.

12 meses antes de levantar el título con los Sounders, Morris estaba levantando un título universitario con la Universidad de Stanford. En ese entonces, el joven delantero ya había atraído interés por parte del fútbol europeo y ya había sido llamado a la selección mayor de los Estados Unidos a pesar de no haber firmado un contrato profesional. Su primer gol con la selección estadounidense llegó antes de su fichaje con los Sounders cuando anotó en un triunfo por 1-0 ante México.

Morris, por ser jugador de academia, no llegó a participar en el SuperDraft de 2016, pero un vistazo al historial de ese mecanismo demuestra que él no ha sido el único en brillar. Varios jugadores han estado indicando el aporte del fútbol juvenil a la MLS en los últimos años. Tal es el caso de Cyle Larin, quien tomó a la liga por sorpresa tras ser seleccionado de primero en el SuperDraft de 2015. El atacante canadiense logró un impresionante récord de 17 goles en 27 partidos con Orlando City, el máximo número anotado por un jugador debutante como profesional en la MLS.

A Larin lo siguen jugadores que han estado brillando de manera similar, incluyendo a mediocampista Jack Harrison de New York City FC y al defensa Keegan Rosenberry de Philadelphia Union, quienes fueron elegidos con la primera y tercera selección del SuperDraft 2016. Ambos jugadores tuvieron un éxito instantáneo y hasta llegaron a desafiar a Morris por el Premio de Novato del Año en 2016.

Mientras que el desarrollo de los jugadores juveniles de la liga es palpable, no quiere decir que sus antecesores no hayan sido exitosos. Grandes jugadores como Clint Dempsey, Michael Bradley y Carlos Bocanegra, entre otros, fueron seleccionados en sus respectivos SuperDrafts y han tenido carreras admirables. Sin embargo, su adaptación al mundo profesional tomó más tiempo debido a que la infraestructura futbolística alrededor de ellos no estaba tan desarrollada como ahora.

El avanzado crecimiento de los jugadores jóvenes ligados con un futuro en la MLS continúa. Hace unos años jugadores de buen rendimiento como Will Bruin o Darlington Nagbe eran los de mejor nivel. Ahora, sus logros y reconocimientos están siendo sobrepasados por prospectos como Morris y Larin. Sería ridículo pensar que en un futuro no muy lejano llegarán otros jugadores – aún más jóvenes – que llevarán al fútbol profesional de Estados Unidos y Canadá a niveles aún mayores.

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