Activistas dispuestos a negociar y también a resistir políticas de Trump

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Chicago (IL), 9 nov (EFEUSA).- Activistas y organizaciones pro inmigrantes prometieren hoy luchar para evitar que el futuro presidente de Estados Unidos, Donald Trump, concrete las promesas de deportaciones masivas y levantar un muro en la frontera con México.
“No estamos abandonando la lucha, sino que ahora llamamos a redoblar los esfuerzos para lograr una reforma migratoria”, declaró hoy el congresista demócrata por Illinois, Luis Gutiérrez, visiblemente apesadumbrado por el resultado electoral.
El llamado va dirigido al presidente republicano de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, y a todos los legisladores de ese partido “que durante años han creído en la reforma”, expresó el congresista, que fue la cara visible de la lucha en el Congreso por la reforma durante el gobierno de Barack Obama.
“Que se sienten a negociar de una vez por todas y lo aprueben”, dijo Gutiérrez en una conferencia de prensa.
Trump es “mi presidente y el de todos en este país”, subrayó, pero también aseguró que no piensa felicitar al futuro presidente porque durante la campaña llamó criminales, asesinos y traficantes a los mexicanos, “como mi nieto Luisito de 16 años” (hijo de padre mexicano).
Tampoco hay que olvidar que quiere deportar a 11 millones de indocumentados, prohibir la presencia de musulmanes en el país, revocar permisos de trabajo y “el derecho de salir de las sombras” de los jóvenes protegidos por la Acción Diferida, señaló.
La negociación y el llamado a responsabilidad del futuro gobierno también fue planteado por Oscar Chacón, de Alianza Américas, una de las organizaciones que estuvo involucrada en el registro y movilización masiva de los votantes latinos para esta elección.
“Como casi todo alrededor de Donald Trump, es muy difícil predecir como buscará gobernar”, dijo el activista a Efe.
En su opinión, el primer discurso después de la elección tuvo un tono diferente a los pronunciados durante la campaña.
“Fue más reconciliador y mesurado, y ojalá que esto señale el inicio de un giro hacia una gestión presidencial diferente”, declaró.
Sin embargo, piensa que las organizaciones sociales deben mantener la lucha y rechazar “cualquier propuesta demagógica que no resolverá nada”, apelando al uso de formas variadas de protesta cuando sea necesario.
Además de fortalecer las alianzas políticas y al mismo tiempo presentar propuestas claras de solución a los problemas que afectan a la mayoría de las personas, agregó.
Angélica Salas, directora ejecutiva de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes de Los Ángeles (CHIRLA), dijo hoy que la tarea de Trump como presidente y del nuevo Congreso, será gobernar y honrar “nuestra diversidad y valores”, además de trabajar con los demás y dialogar “en lugar de dividir, repartir culpas e insultar”.
En caso contrario, agregó, su organización estaría preparada para enfrentarlo frontalmente, y luchar para evitar que se concreten “sus propuestas horribles, negativas e impracticables”.
“Tenemos que estar listos y ser persistentes”, afirmó en un comunicado.
Trump anunció durante la campaña que deportaría a dos millones de indocumentados con antecedentes criminales, más otros cuatro millones que se quedaron en el país más allá del término de sus visas.
Otros cinco millones deberían salir del país y gestionar una visa para poder regresar de manera legal.
Además, con el control republicano del Congreso, no habría nada que impida sus planes de construir un muro de 3.000 kilómetros de extensión en la frontera sur con México.
William A. Stock, presidente de la Asociación Americana de Abogados de Inmigración (AILA), llamó al futuro presidente a “unificar nuestra nación y dejar de lado la retórica divisoria sobre inmigración que daña al país”.
AILA quiere trabajar con el Congreso para crear un sistema de inmigración que sea consistente con “nuestros valores” y “alineado con los principios fundamentales de nuestra nación”.
Beth Werlin, directora ejecutiva del American Immigration Council, también prometió luchar para exponer posibles abusos del futuro gobierno y denunciar en las cortes los derechos constitucionales y legales “de todos los individuos que crucen nuestras fronteras”.
A su vez, la Alianza San Diego exhortó a la futura administración a dejar de lado la “retórica vacía” y a trabajar juntos para mejorar el país.
“El presidente no es un rey y estamos listos para trabajar con las tres ramas del gobierno para crear políticas que reflejen los valores de una sociedad del siglo 21, donde la gente es tratada con dignidad y respeto”, declaró en un comunicado.

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