La feminidad de Kate Spade y la urbe de Ricardo Seco colisionan en Nueva York

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Nueva York (EFEUSA).- A la segunda jornada de la Semana de la Moda de Nueva York llegaron propuestas diametralmente opuestas, como la feminidad y los colores otoñales que se vieron en el desfile de Kate Spade, frente a la colección urbana y desenfadada del mexicano Ricardo Seco, que homenajeó al humilde barrio de Tepito.
La firma estadounidense, que acaparó buena parte de la atención del día, se decantó por un aspecto retro en el que dominaron el amarillo, el verde y el morado, para vestir a una mujer romántica pero original.
Esta fue la primera colección de otoño invierno que presentó su directora creativa, Nicola Glass, después de la muerte de la fundadora de la casa de moda, que da nombre a la compañía, y que se suicidó el pasado mes de junio tras sufrir de depresión.
Uno de los objetivos de Glass desde su nombramiento en 2017 era el de modernizar la marca, lo que ha tratado de hacer en esta propuesta con siluetas fluidas, una importante presencia de los estampados, y una sensualidad sutil que consigue con materiales satinados.
Fue precisamente este material, el satén, el que utilizó en largos vestidos camiseros ligeramente entallados a la cintura en color berenjena, mientras que otro de los tejidos de moda, el terciopelo, se vio en trajes de chaqueta con pantalones de cintura alta y pierna ancha, que se presentó tanto en verde musgo como en malva.
Los abrigos también llamaron la atención por sus vistosos estampados de leopardo, en morado y en gris, un diseño que se imprimió además sobre fluidas camisas de cuellos cerrados en tonos cobrizos.
Con una estética radicalmente distinta en mente, el mexicano Ricardo Seco rindió hoy tributo a Tepito, un barrio icónico de la capital de su país conocido por su violencia y criminalidad.
En esta colección, bajo el nombre de “Resiste”, Seco quiso mostrar la otra cara de este barrio marginal, de gente trabajadora, y que ha sido cuna de grandes boxeadores.
Desde tiempos precolombinos, Tepito ha sido un centro de actividades comerciales, y en tiempos recientes, un mercado para la venta no autorizada de la moda.
“Tepito para mi es un barrio que muestra la identidad de México, el barrio bravo del que se hablan cosas negativas”, dijo en una entrevista con Efe Seco, que presentó su colección en la Fundación Angel Orensanz, en el sur de Manhattan.
Su reto, apuntó, era el hablar de las cosas positivas de este lugar, en el que la mujer es la matriarca.
Seco quiso incorporar las carpas de colores bajo las que se venden los productos ilegales, y presentó nuevamente una colección urbana, de piezas deportivas.
Se vieron chaquetas con las pegatinas de los precios, como las de los productos que se venden ahí, camisas con impresiones de perchas, sudaderas con el nombre de Tepito o “Resiste”, otras con grafitis, o abrigos con cuerdas que simulan las utilizadas para colgar ropa.
La colección, donde el negro siempre está presenta, fue confeccionada en piel, ante, cachemira, lana, algodón, licra, satén, y terciopelo.
Seco informó que las camisetas y las sudaderas de esta colección van a ser vendidas en Tepito, pero a precios asequibles, con el objetivo de trastocar el ciclo de piratería.
Desde que debutó en Nueva York en 2012, el trabajo del mexicano está inspirado en su país y en controvertidos temas, como la política migratoria del presidente Donald Trump y el muro que pretende construir en la frontera con México.
Por su parte, el canadiense taiwanés Jason Wu, conocido por vestir a un buen número de celebridades, destacó en esta ocasión con la superposición de delicadas capas de material semitransparente plegadas para formar dramáticas ondulaciones en elegantes y femeninos vestidos en crudo, rojo carmesí, o blanco con un alegre estampado de amapolas.
El modisto, que no celebró un desfile sino una muestra de sus piezas en un local de aires industriales sembrado de flores, utilizó también estos ligeros tejidos para largos y esbeltos trajes de gala, formados por rizadas tiras que caían en cascada por la zona frontal del diseño.
Otra de las piezas estrella fue un vestido de cocktail repleto de delgadas plumas blancas, entre las que asomaban algunas negras, creando un contraste juvenil pero refinado.
Wu, de 36 años, saltó a la fama después de que la exprimera dama Michelle Obama eligiera uno de sus trajes para el baile inaugural de Barack Obama como presidente de EE.UU. en 2009, y está considerado como una de las jóvenes promesas del mundo de la moda.

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