Nueva York, 9 Ene (Notimex).- En claro desafío a la política antiinmigrante del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, la ciudad de Nueva York y el estado de California prometieron un plan para brindar atención médica gratuita a los inmigrantes indocumentados.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, se adelantó incluso al discurso que pronunció Trump la víspera contra la inmigración ilegal, y dijo que la ciudad invertirá 100 millones de dólares para brindar antención médica gratuita a unas 300 mil personas.
Sin sustituir los planes sanitarios estatales o federales, dijo De Blasio, su iniciativa NYC Care tardará unos dos años en implementarse con una combinación de seguros y gasto público.
Con este programa, los indocumentados –que en la actualidad sólo pueden recibir atención médica en las salas de emergencia de hospitales públicos- tendrán acceso a una línea telefónica con médicos de atención primaria.
Prometió que a los inmigrantes sin papeles se les otorgará una tarjeta que les permitirá ir al doctor siempre que lo necesiten.
Actualmente Nueva York cuenta con un plan similar para cubrir a los ciudadanos con menos recursos económicos y según una nota del diario The New York Times, beneficia a unas 516 mil personas.
Por su parte, el gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, propuso también este martes en su primer acto oficial un programa con fondos estatales para dar atención médica a unos 138 mil indocumentados.
La propuesta de Newsom también obligaría a toda la población a adquirir un seguro médico o pagar una multa. El coste de este programa está estimado en 760 millones de dólares, y requerirá la aprobación del Congreso estatal, en manos demócratas.
California utiliza en la actualidad el presupuesto estatal para ampliar la cobertura de Medicaid a quienes carecen de documentos y son menores de 19 años, pero en este caso Newsom propone ampliar la edad hasta los 26.
De ser aprobada su propuesta, con el plan del nuevo gobernador la atención médica gratuita cubrirá a 138 mil personas más y con un costo de aproximadamente 260 millones de dólares al año.
