Cerro del Borrego, la historia olvidada de la intervención francesa en México

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1883

Veracruz (EFE).- En la parte más alta del Cerro del Borrego, un grupo de soldados franceses sorprende en la oscuridad de la noche a un batallón de entre 700 a 2.000 soldados mexicanos que dormían y los matan, ante la mirada atónita de decenas de espectadores.
En las ruinas de un fuerte, un joven actor viste la casaca roja del ejército francés y otro más el uniforme de gala de las fuerzas castrenses mexicanas para interpretar aquella noche triste de 1862 que ha sido enviada al desván de los olvidos la historia.
Poco más de un mes después del 5 de mayo de ese año, cuando las tropas mexicanas se bañaron en gloria al derrotar en la ciudad de Puebla a los soldados al servicio del Segundo Imperio Francés, la muerte y la derrota llegó al Cerro del Borrego, asentado en la parte alta del municipio de Orizaba, en el oriental estado de Veracruz.
“Casi nadie rinde tributo a esos soldados muertos que defendían a la patria”, dice el profesor de actuación José Miguel Conde, quien junto con un grupo de jóvenes actores recrea estos días la fatídica “batalla” del 13 de junio, que significó el inicio de la derrota mexicana y la segunda intervención francesa en el país.
Uno de los bisoños actores da vida al general Jesús González Ortega, quien recibió órdenes para trasladar a la tropa al Cerro del Borrego y desde ahí expulsar definitivamente al ejército francés que el 5 de mayo había sufrido una de sus peores derrotas en Puebla, una fecha histórica para el pueblo mexicano.
El general Ignacio Zaragoza, que se llevó la gloria en Puebla, ordenó pasar por Perote con el fin de salir al norte de Orizaba y tomar el ramal de la sierra del Cerro del Borrego para atacar a los invasores.
“Casi no se recuerda a esos hombres y nosotros estamos tratando de que a esto se le dé un valor”, dice Conde.
La leyenda, recreada paso a paso por los jóvenes, cuenta que hubo un traidor que dio la ubicación exacta de las tropas mexicanas y mientras dormían a la una y media de la madrugada, fueron sorprendidos y masacrados por los franceses.
“Entre setecientos y dos mil de nuestros soldados murieron por la traición”, explica el maestro, quien sabe de memoria aquellos acontecimientos que tiñeron de sangre la elevación, hoy un centro turístico que alberga al teleférico de Orizaba, que con sus 917 metros de longitud es el tercero más largo de México.
“Este pasaje significa que nuestro pueblo o nosotros no sabemos estar unidos; nuestra historia nos dice eso. Los acontecimientos nos dicen que han sido desfavorables porque como mexicanos o pueblo no sabemos unificarnos”, afirma.
El fallido avance sobre Orizaba significó la última oportunidad real que tuvo el ejército mexicano para acabar con la intervención, pues a partir de ahí y hasta mayo de 1863 sumarían 30.000 franceses que lograron el 16 de marzo de 1863 tomar Puebla.
Para Armando López Macip, miembro de la Academia Nacional de Historia Y Geografía, la Batalla del Cerro del Borrego fue “una desgracia para México” y una “masacre”.
“Fue una noche sin luna; la oscuridad y confusión reinó en esa batalla. Sigilosamente los franceses se apoderaron de los cañones y dispararon contra los mexicanos”, describió en una charla auspiciada por el Instituto Veracruzano de la Cultura.
Aunque difiere en cuanto al número de muertes, pues considera que hubo 250 entre los soldados mexicanos, afirma que la matanza marcó el punto de inflexión entre la victoria conseguida en Puebla el 5 de mayo y la instauración de Maximiliano en el gobierno mexicano.
En la parte alta del cerro no solo yacen las ruinas del fuerte, sino que un museo se erige con imágenes, vestigios y accesorios de la batalla como mosquetes, banderas maltrechas y uniformes manchados de sangre.
El Cerro del Borrego, ahora una área natural protegida a 1.240 metros sobre el nivel del mar, es un ecoparque con una amplia zona boscosa, veredas, capilla, el teleférico y un cañón de la época que masacró a los soldados mexicanos.

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