Más de 61 millones personas sufren por falta de morfina y cuidados paliativos

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Miami, 5 abr (EFEUSA).- Más de 61 millones de personas en todo el mundo, la mayor parte en países pobres, padecen de agudos sufrimientos físicos cada año por la falta de morfina y cuidados paliativos, según expertos que asisten a un simposio internacional sobre ese tema inaugurado hoy en Miami.
“Millones y millones de personas no reciben ni los cuidados paliativos más básicos, con menos del 1 % de acceso a la morfina por vía oral en muchos países”, denunció a Efe Felicia Knaul, directora del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Miami (UM).
Hemos documentado una “falta de equidad alarmante. El 50 % de la población mundial recibe menos del 1 % de la morfina distribuida (o su equivalente), mientras que el 10 % de los países más ricos del mundo disponen del 90 %” del opiáceo, puntualizó Knaul, copresidenta de la Comisión Lancet.
Dicha comisión, formada por científicos y profesionales de la revista especializada The Lancet, publicó digitalmente en 2017 un informe exhaustivo sobre este problema, fruto de más de tres años de investigación, y ahora la publicación escrita se ha presentado en Miami en el simposio “Aliviando el abismo de acceso a los cuidados paliativos y alivio del dolor”.
El simposio reúne hoy y mañana en la UM a expertos en el tratamiento de dolor y autoridades de todo el mundo.
El resultado del estudio de la Comisión Lancet es estremecedor: más del 80 % de las personas que padecen de graves dolores físicos viven en países pobres o de ingresos medios donde el acceso a la morfina es prácticamente inexistente.
Lo paradójico es que el “paquete esencial de cobertura universal” para cuidados paliativos que incluye la morfina resulta “muy barato”, a penas dos dólares por persona al año.
Sin embargo, la “opiofobia” que domina el sector de salud y algunos gobiernos bloquean una visión racional de la problemática del alivio del dolor, se lamentó Knaul.
Para Julio Frenk, rector de la UM, “estamos siendo víctimas de un enfoque en el problema del exceso y hemos ignorado el problema del acceso (a la morfina para alivio del dolor)”, según dijo a Efe.
Frenk puso el foco en el “problema de abuso de opioides en EE.UU.”, que “ha derivado en prácticas no éticas de comercialización” como factor decisivo en la “limitación de acceso” global a los opiáceos.
Esta “opiofóbia”, así definida por Knaul, desconoce que la “morfina no solo es el opioide más económico sino que, con buenos controles, se debe usar para el control del dolor agudo”, resaltó Frenk, quien fue secretario mexicano de Salud durante el mandato de Vicente Fox (2000-2006).
Por el hecho de que países como Estados Unidos, Canadá y Australia tengan que lidiar con un “problema de exceso” en el uso de opioides no se puede condenar al dolor crónico y extremo a millones de personas de escasos recursos o salarios medios, apostilló el académico.
Más de 60 millones de personas, enfatizó Frenk, “no tienen ni siquiera acceso a una pastilla que cuesta 3 centavos”, por lo que se trata “no de un problema de falta de dinero, sino de desequilibrio en las regulaciones que han restringido el acceso” para evitar el abuso.
De hecho, según el informe de la Comisión Lancet, con una inversión aproximada de 145 millones de dólares al año se cubrirían las necesidades de morfina para cuidados paliativos en el mundo.
Además, con un millón de dólares al año se cubrirían las necesidades de morfina de los niños que sufren agudos sufrimientos físicos en los países de bajos ingresos.
Pese a que los viales de morfina oral o inyectable son muy económicos y eficaces para el alivio del dolor agudo, tristemente todavía 170 países carecen de suficientes dosis del opiáceo.
Ahora, a raíz de la publicación del informe de The Lancet, numerosas instituciones públicas y gobiernos están empezando a concienciarse del alcance de esta “crisis del dolor” que padecen millones de personas.
Solo en 2015, de 56,2 millones de personas que fallecieron, cerca de 25,5 millones de estas experimentaron sufrimientos físicos agudos.
Países como Bolivia o la caribeña Haití, esta segunda con un 0,8 % de acceso a la morfina para alivio del dolor, son solo dos ejemplo de lo mucho que queda por hacer y de la gravedad de la situación a nivel mundial.

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