Especialista plantea otro modelo de reinserción para deportados mexicanos

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Phoenix (EFEUSA).- “Gracias a Donald Trump”, México se ha dado cuenta de que el modelo de reinserción social de los mexicanos deportados desde Estados Unidos no sirve y hay que trabajar para dar con el ideal, afirma Eunice Rendón, coordinadora de la ong Agenda Migrante en México.
Rendón, que este mes presentará su libro “Reintegración Migrante: Un modelo social, económico y empático para el retorno”, aseguró en una entrevista con Efe que la creciente ola de deportaciones desde Estados Unidos ha desbordado la capacidad del Gobierno de Enrique Peña Nieto para afrontar este problema.
“Nos dimos cuenta que no estamos listos para el modelo de repatriación. Si bien gracias a Donald Trump el sistema fallido se hizo más visible y se ha tratado de trabajar un poco más en la reintegración, aún estamos muy lejos del modelo ideal”, dijo.
El libro de Rendón hace “visible” lo que está sucediendo con los repatriados y evidencia cómo las instituciones mexicanas no están cumpliendo con un modelo óptimo de adaptación social.
“Los programas de la Secretaría de Gobernación están más concentrado en la recepción. Los recibo y les doy una torta, si estas enfermo te suministro un medicamento y te doy dinero para que regreses a tu lugar de origen, además te doy muchos trípticos para que veas los programas que existen”, relata.
“Sin embargo, ese modelo no está funcionando, nosotros proponemos un modelo que ponga el acento en la reintegración social y familiar, el primer reto es emocional, son necesarios psicólogos, porque no es lo mismo un inmigrante que vivió 20 años en Estados Unidos, a uno que cruzó y lo deportaron de forma inmediata”, explicó.
Recientemente Rendón visitó Phoenix (Arizona) para presentar un programa que busca reducir el índice de reincidencia criminal por medio del boxeo en las cárceles del Condado de Maricopa.
De acuerdo a las cifras del Instituto Nacional de Migración (INM), de enero al 21 de mayo del 2017, han sido repatriados 59.000 mexicanos de Estados Unidos.
La mayoría de los deportados, dice, son personas sin cargos criminales, que fueron detenidos por no tener documentos, usar números de identidad falsos o por faltas administrativas.
“Nos han tocado casos donde deportan hasta veteranos de guerra que son personas que tienen décadas viviendo en Estados Unidos y la realidad es que son casos muy complejos para una reintegración”, indicó.
Por tal razón, añadió, la investigación se fragmentó por grupos que abarcan los tiempos de permanencia de los inmigrantes en Estados Unidos, así como las edades y niveles socio-económicos.
“Estudiamos a los deportados por grupos y en diferentes épocas, para conocer cuáles eran los retos que vivían a su regreso a México y la mayoría presentaban cuadros depresivos”, comentó.
Rendón, quien también fue directora del Instituto de los Mexicanos en el Exterior, mencionó que muchos niños hijos de padres deportados que son traídos a México “no hablan español, entonces en la escuela son las principales víctimas de ‘bullying'”.
“Además en algunos casos sus padres tienen tatuajes y al verlos diferentes son víctima de acoso escolar”, señaló.
En cuanto a los jóvenes que perdieron el programa de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) y fueron deportados, dijo que mucho tienen una percepción incompleta de México.
“A estos jóvenes les gusta la comida mexicana, los mariachis, pero como tienen estudios en Estados Unidos piensan que van a venir a México a hacer tortillas. Lo único que vieron desde pequeños es que sus padres tuvieron que emigrar porque no tenían ni que comer, por el otro lado ven en las noticias un México violento y terrible, claro que les da miedo”, advirtió.
Agenda Migrante tiene documentados a los soñadores “como un perfil específico, porque son un híbrido entre ambas culturas, conocen mejor las instituciones en Estados Unidos y México solo es el país de sus padres”.
Mencionó que el programa de Agenda Migrante se centra en generar redes con diferentes grupos de líderes migrantes en Estados Unidos y organizaciones que los protegen, para crear una agenda común que los beneficie.
“Estas organizaciones convocan a los inmigrante y escuchamos sus reclamos para convertirlos en una política pública, presionamos a legisladores para que creen soluciones, de esa forma se reformó la Ley de Educación el año pasado, ya que los ‘dreamers’ no podían renovar sus estudios en México, y actualmente lo pueden hacer fácilmente”, ejemplificó Rendón.

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