$43 billones a puerta cerrada

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Por Gustavo A. Montoya

Para muchos latinos del estado, el tema de presupuestos estatales no es muy atractivo.  Tal vez si lográramos hacer un “corrido” musical al estilo norteño o al ritmo de “Despacito”, este tema de alta prioridad se podría hacer más popular y todos tendríamos más información presupuestal.

Escribo de este tema porque por primera vez en Olympia, los legisladores que nos representan en cada uno de nuestros distritos en todo el estado, enfrentarán esta semana una posible parálisis parcial de las agencias estatales.  El presupuesto tiene la módica suma de hasta 43 mil millones de dólares.  Lo que lo hace diferente este año de los anteriores es que esta semana los legisladores envueltos en este proceso presupuestal han estado haciendo acuerdos a puerta cerrada.  Un artículo en el “Seattle Times” del 26 de Junio, reporta que desde Marzo de este año un presupuesto de 2 años se ha estado discutiendo  con el plan de fondos para escuelas sin acceso a los residentes del estado, y los legisladores no han hecho comentarios públicos.  En contraste al proceso del 2015, cada partido político declaró públicamente las propuestas de compromiso legislativo, y no fue necesario hacer un corrido o canción para el acceso público. Este año no ha sido así. En el 2015 las sesiones eran privadas pero el público ya sabía cómo venían los planes de discusión.  Esta semana cuando el gobernador firme la propuesta final de los legisladores, todos tendremos 24 horas para ver de qué se trata el presupuesto.

Con respecto al tema de la educación, en Abril se reportó que la corte suprema del estado había declarado que Estado de Washington estaba en violación de su propia constitución por no proveer los fondos suficientes a las escuelas públicas.  Es como si un juez le estuviera multando a usted como padre o madre de familia por no proveer lo básico para la educación de sus hijos, enfrentando una crisis familiar.  Esta orden estatal se conoce como la orden McCelary.  Y no ha sido fácil la discusión legislativa porque en la legislatura la Cámara está controlada por el partido Demócrata y el Senado está controlado por el partido Republicano. Al tema se agrega los posibles cambios fuertes al Acta de Salud conocida como Obamacare, en donde afectaría el presupuesto estatal de Medicaid y las compañías de seguros en el Estado con influencia en el fondo de la educación.

Gracias a la organización Washington Policy Center, sabemos información básica de ambas propuestas educativas entre el Senado y la Cámara. La diferencia principal entre las dos propuestas esta en el incentivo para profesores y el incremento de impuestos.  El senado pide crear compensación con incentivo para los profesores sin incrementar impuestos generales, mientras que la cámara no ofrece incentivo de compensación para profesores, y requiere $4.8 billones en nuevos impuestos.  El pago inicial a profesores es de $45,000 anuales, pero solo el plan del senado garantiza $12,500 por cada niño o más para niños con necesidades especiales, incluyendo $10,000 de incentivo para profesores donde la vivienda es costosa.  Ambas propuestas son de 22 billones de dólares: la mitad del presupuesto estatal. ¿Usted qué opina?

 

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