La diversidad acapara las primeras rondas del sorteo aficionado de 2017

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Secaucus (Nueva Jersey), 14 jun (EFE).- La política de integración del béisbol profesional de las Grandes Ligas tuvo su mejor reflejo en las selecciones que se dieron los dos últimos días en el sorteo aficionado del 2017 en las que primó la diversidad.
Uno de los ejemplos de esa diversidad ha sido Jo Adell, elegido con el número 10 por los Angelinos de Los Angeles, en la primera ronda.
El joven jardinero de origen afroamericano, que dijo haberse inspirado en peloteros como Curtis Granderson, Adam Jones y Lorenzo Cain, espera generar el mismo efecto en la juventud de su comunidad que sueña con una vida en el béisbol.
“Aquellos jugadores se parecen a ti y están ahí”, expresó Adell. “Creo que como niño, empezando en la pelota a los 7, 8, 9 años de edad, definitivamente me sentí motivado al ver a esos muchachos tener éxito en el terreno”.
De las 26 selecciones en el primer día del Draft, ocho fueron afroamericanos o latinos, lo que continuó la reciente ola de diversidad entre los que encabezan el proceso.
La selección de Royce Lewis (Mellizos) y Hunter Greene (Rojos) como los primeros dos marcó apenas la tercera vez en 30 años que jugadores afroamericanos fueron elegidos como los primeros dos.
Brien Taylor y Mike Kelly fueron elegidos 1 y 2, respectivamente, en 1991, mientras que Delmon Young y Rickie Weeks lo consiguieron en el 2003.
También fue la primera vez desde 1992 que tres jugadores afroamericanos –Lewis, Greene y Adell, junto a los últimos dos presentes en Seacaucus, donde se realizó el sorteo– fueron elegidos entre los primeros 10.
En aquel año, Jeffrey Hammonds (No. 4), Derek Jeter (No. 6), Calvin Murray (No. 7), Preston Wilson (No. 9) y Michael Tucker (No. 10) representaron la mitad de los primeros 10, lo que fue considerado todo un hito que se ha vuelto a repetir.
El progreso logrado se debe principalmente a los esfuerzos de las Grandes Ligas para aumentar la participación en el béisbol de la juventud, con iniciativas como Play Ball y las varias Academias Urbanas por todos los Estados Unidos, además del Prospect Developtment Pipeline (PDP).
“Estamos viendo mucha más producción”, indicó el Comisionado de Grandes Ligas, Rob Manfred, sobre los programas de desarrollo de MLB. “Antes de este año, casi el 20 por ciento de los elegidos en la primera ronda fueron afroamericanos y aquellas academias han sido establecidas en sus comunidades”.
Manfred destacó que la presencia de esos nuevos jugadores demuestra la validez de los programas en los que están trabajando desde hace varios años.
“Casi todos esos muchachos han sido parte de nuestros programas y pensamos que entre más importancia le demos a los programas, más diversidad veremos en el juego”, subrayó Manfred.
Greene –quien se convirtió en el rostro del sorteo después de salir en la portada de la revista Sports Illustrated hace unos meses–, ahora es la selección más alta producto de alguna de las Academias Urbanas, superando a Dillon Tate, quien fue elegido de cuarto por los Vigilantes de Texas en el 2015.
También es la mayor selección de cualquier participante del Programa RBI desde que Justin Upton fue elegido primero por los Diamondbacks de Arizona en el 2005.
La selección de Greene marcó la tercera temporada consecutiva en que un graduado del Programa RBI fue elegido entre los primeros cinco, acompañando a Tate en el 2015 y Corey Ray en el 2016.
Green expresó que para él es importante ser un ejemplo para los niños — especialmente los jóvenes afroamericanos — ahora que comienza su carrera como profesional.
“Inicia desde la Academia Urbana a los 7 años de edad y el hecho de contar con el apoyo de tu familia, que se dio cuenta de lo importante que es no sólo para la juventud afroamericana, sino también para la juventud en general”, señaló Greene. “Es un deporte que a pocos les está llamando la atención. No cabe duda de que el béisbol es un gran deporte. Es importante que estos muchachos y otros aumenten una pasión por el juego y disfrutarlo lo más que puedan”.
Greene y Adell estaban conscientes de que su presencia en el primer día del sorteo era muy importante, permitiéndole a la juventud estadounidense ver que una carrera en el béisbol es una opción para el que la desee.
“A la gente por algún motivo no le gusta tener otro punto de vista”, manifestó Adell. “Todos hablan de la NBA, de la NFL. La gente no se da cuenta de que existen otras oportunidades. Fue importante para nosotros estar aquí y demostrar que pueden suceder cosas muy buenas si tienes dedicación”.
El jardinero puertorriqueño Heliot Ramos, formado en la Leadership Christian Academy fue el primer latinoamericano que salió elegido en el sorteo universitario después que los Gigantes de San Francisco lo seleccionaron con el número 19.
Mientras que los Nacionales de Washington eligieron al lanzador zurdo hispano Seth Romero, de 21 años, formado en la Universidad de Houston, con el número 25 de la primera ronda.

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