WASHINGTON (AP) _ Lo importante en la edad adulta para la generación del milenio en Estados Unidos es tener seguridad económica y terminar sus estudios, no apresurarse a contraer matrimonio y tener una familia propia, según un informe del censo publicado el miércoles.
Y una vez que están casadas, las mujeres jóvenes estadounidenses son menos propensas a ver el cuidado de la casa como una carrera.
El segmento de mujeres jóvenes de 25 a 34 años que optaron por quedarse al cuidado del hogar en vez de buscar empleo afuera cayó de 43% en 1975 a sólo 14% en 2016, según la Oficina del Censo. Los demógrafos del censo creen que esa cifra podría estar entre las más bajas de las que se tenga registro.
Forma parte de una tendencia que se remonta hace tiempo de una mayor educación superior para las mujeres, pero también un reflejo del cambio de actitudes entre los estadounidenses.
“Vemos más mujeres jóvenes que tienen un título universitario y están en la fuerza laboral, y están aguardando para casarse y tener hijos”, dijo Jonathan Vespa, un demógrafo de la Oficina del Censo. Los demógrafos encontraron un cambio en el sentir estadounidense, en el cual más de la mitad de los habitantes creen ahora que casarse y tener hijos no son indicios importantes de haber alcanzado la independencia.
Más adultos jóvenes que antes se están enfocando primero en obtener un título de licenciatura o superior y asegurar un empleo. Continúan buscando activamente una relación romántica, pero optan por cohabitar o cortejar a una pareja mientras siguen viviendo con mamá y papá.
Los hallazgos forman parte de un informe del censo que rastrea los cambios económicos y demográficos de adultos jóvenes de 1976 a 2016, con un enfoque en la generación actual de 25 a 34 años de edad, conocida como los “millennials”.
Muchos analistas habían esperado que, a medida que la economía mejoraba, cada vez más adultos jóvenes se mudarían para estar por su cuenta, ya sea para instalarse solos o iniciar una familia. Pero eso no ha ocurrido.
Vespa señaló que el avance educativo de las mujeres en particular ha llevado a cambios más amplios en cuanto a la forma en que los estadounidenses ven el trabajo y la familia.
En lo que respecta a las relaciones románticas, el hecho de que los adultos jóvenes estén posponiendo el matrimonio no significa que no estén encontrando el amor.
Desde 1975, la cifra de gente joven que vive con un novio o novia se incrementó más de 12 veces, de menos de 1% a 9% en 2016. Esto se debe en parte a una creciente tendencia a que la pareja cohabite antes de casarse.
No sólo están viviendo juntos, sino que lo están haciendo alrededor de la misma edad en que generaciones previas contraían matrimonio.
Desde la década de 1980, la edad en que la gente cohabita ha permanecido estable en 22 años, mientras que la edad para casarse ha aumentado de 22 años a 27 en las mujeres.
No obstante esto, en 2016 la mayoría de los adultos jóvenes prefirió seguir viviendo con sus padres. Aproximadamente el 23% radicaban con sus progenitores, en comparación con 20% que vivían con un cónyuge.
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