Anticipan una “menor probabilidad” de huracanes este año en el Atlántico

0
1965

Denver (CO), 6 abr (EFEUSA).- La próxima temporada de huracanes en la cuenca del Atlántico, que comienza oficialmente el próximo 1 de junio, será más suave de lo habitual, con 11 ciclones, de los cuales 4 serán huracanes y dos de ellos de categoría mayor, estimaron hoy expertos de la Universidad Estatal de Colorado (CSU).
El investigador en jefe del proyecto, Philip J. Klotzbach, señaló en su reporte anual que la cuenca atlántica está “en transición a condiciones débiles o moderadas” del fenómeno de El Niño precisamente en el momento de mayor actividad de huracanes.
“El Atlántico tropical se ha enfriado de manera anómala durante el mes pasado y el Atlántico Norte extremo está relativamente frío”, explicó Klotzbach en su informe.
Estas “anomalías”, indicó, provocan “condiciones atmosféricas que son menos propicias para la formación e intensificación de huracanes en el Atlántico”.
Por eso, estimó, el pronóstico para 2017 anticipa “una probabilidad menor al promedio” de huracanes destructivos.
En números concretos, los expertos anticipan dos huracanes de categoría mayor, a partir de 130 millas por hora (209 kilómetros por hora), cuatro en total y once tormentas tropicales, cuando las medias son de 2, 6,5 y 12, respectivamente.
En total, pronosticaron, esta temporada de huracanes, que concluye oficialmente el 30 de noviembre, tendrá 50 días de mal tiempo causado por los ciclones, por 60 de la media entre 1981 y 2010.
La CSU estimó que la posibilidad de que un huracán mayor afecte a la costa atlántica de Estados Unidos es del 43 %, contra el 52 % de posibilidades promedio durante los últimos cien años.
Esa posibilidad se reduce a solo el 24 % en la península de Florida, mientras que en el Caribe la cifra aumenta al 34 %, contra un promedio del 42 %.
Como comparación, en 2016 esas cifras eran del 50 % para la costa atlántica de Estados Unidos, el 30 % para Florida o el Golfo de México y el 40 % para el Caribe.
A pesar de esta menor probabilidad, Klotzbach recordó que “basta que un huracán llegue a tierra para que se considere una temporada activa para esos residentes (de zonas costeras), que deben preparase para cada temporada, sin importar cuánta actividad de huracanes se haya predicho”.
El investigador destacó que los pronósticos se basan en las condiciones oceánicas y atmosféricas que precedieron a una temporada activa o inactiva en el pasado para luego “proveer información significativa sobre tendencias similares en el futuro”.
Y, como cada año, se publicarán en junio, julio y agosto pronósticos cada vez más detallados, especialmente el de agosto, que anticipa el inicio de la época más activa de huracanes en el Atlántico.
Los pronósticos se basan sobre datos desde 1982, cuando se implementó el nuevo Sistema de Re-Análisis de Pronósticos de Clima (CFSR), que sirve para anticipar con mayor certeza la llamada “energía ciclónica acumulada” (ACE, en inglés), que luego origina los huracanes.
Desde entonces, los pronósticos han sido correctos en ocho de cada diez años.
Cabe destacar que estos pronósticos se basan en esquemas estadísticos, no en datos meteorológicos y que, por eso, los pronósticos en algún momento serán incorrectos y tampoco pueden usarse para determinar lugares precisos en Estados Unidos o el Caribe que se verán afectados por huracanes.
A pesar de esas limitaciones, “todavía es posible desarrollar un esquema estadístico confiable para el pronóstico, incorporando algunas de las interacciones climáticas no lineales”. Y aunque ese método aumenta la precisión de la predicción, eso no significa que pueda usarse para pronósticos detallados en tiempo real.
En definitiva, “tres de los cuatro elementos de predicción no son favorables para actividad de huracanes en el Atlántico” este año, sostuvo Klotzbach.

Deja un mensaje /Leave a Reply