Con Trump crece miedo a denunciar de víctimas tráfico humano y abuso laboral

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Tucson (AZ), 13 mar (EFEUSA).- Organizaciones que trabajan en la defensa de víctimas de tráfico humano y la explotación laboral aseguran que las nuevas directrices migratorias de la administración de Donald Trump podrían ser un impedimento para que inmigrantes denuncien este tipo de crímenes por el miedo a la deportación.
“Las víctimas de tráfico humano siempre han vivido en temor y con la llegada de Trump creemos que este miedo se intensificará”, dijo hoy Sameera Hafitz, directora de la Alianza Nacional de Trabajadores del Hogar (NDWA, en inglés) durante una conferencia de prensa vía telefónica.
Este temor fue expresado por “Rosa”, que no quiso dar a conocer su apellido por el temor a que agentes de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) puedan llegar a su hogar y detenerla.
“En las calles hay muchos agentes de ICE, vivimos atemorizados, los niños no quieren ir a la escuela, no quieren comer, tienen miedo al igual que yo”, dijo la inmigrante, quien aseguró haber sido víctima de trata laboral hace tres años.
La inmigrante centroamericana llegó al país en su huida de la violencia de su país y cruzó la frontera de manera ilegal junto con sus hijos después de que su hermano fuera asesinado por las pandillas.
Mientras esperaba que su caso migratorio fuera resuelto, “Rosa” trabajó como empleada doméstica, pero su empleador no le pagó bajo amenaza de la deportación.
El miedo de “Rosa” está justificado, de acuerdo a un estudio dado a conocer hoy por NDWA junto con el Instituto de Estudios de Política.
Para realizar el reporte entrevistaron a 2.000 trabajadores domésticos en 14 diferentes ciudades entre septiembre y noviembre de 2016, antes de saber que Trump sería el próximo presidente de Estados Unidos y las medidas que tomaría en contra de la inmigración indocumentada.
Aun así, los autores consideran que las órdenes ejecutivas firmadas por Trump durante sus primeros días como presidente dando más poder a oficiales de ICE para detectar y deportar inmigrantes indocumentados supondrá un aumento del abuso en contra de trabajadores domésticos, quienes en su mayoría llegan a este país bajo la promesa empleos “bien pagados”.
En el estudio participaron activamente seis organizaciones que ayudan a víctimas de tráfico humano y explotación laboral y que detectaron 110 casos de personas provenientes de varios lugares del mundo, incluyendo México y Centroamérica.
Mas del 70 % de los afectados dijo haber llegado a EE.UU. con visado, solo el 25 % reportó haber denunciado su experiencia ante las autoridades y el 38 % logró tramitar visados para víctimas de crimen en EE.UU. (visa U o T).
Entre los abusos reportados con más frecuencia se encuentran el no recibir el salario acordado, privación de la libertad, intimidación, confiscación de pasaportes y amenazas de ser entregados a ICE.
Otro testimonio que también forma parte del reporte es el de “María”, una inmigrante que en 2007 trabajó como empleada doméstica en El Paso (Texas).
Durante nueve años soportó abuso físico, psicológico y sexual por parte de su empleador, quien la obligaba a trabajar no solo en su casa, sino también limpiando un hotel y otras propiedades.
Cuando tuvo una oportunidad, la inmigrante escapó y pidió ayuda en el consulado mexicano. Al momento de escapar recibió una llamada donde le dijeron que su empleador la había denunciado a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) para que fuera deportada.
Riya Ortiz, representante de la Asociación de Trabajadores Inmigrantes, dijo que temen que las nuevas políticas migratorias de la Administración Trump provoquen que personas que son victimizadas no denuncien y tengan miedo de hablar ante las autoridades por miedo a ser deportados.
Indicó que estas personas han vivido experiencias traumáticas, un estrés que aumenta ahora por el miedo que viven ante la posibilidad de ser detenidos por ICE.
En un caso reciente, Irvin González fue detenida el pasado 9 de febrero por oficiales de ICE en una corte en Texas después de que un juez le otorgara una orden de protección por ser víctima de violencia doméstica.
La pasada semana 563 organizaciones de defensa de los derechos humanos manifestaron el mismo temor y denunciaron que las medidas migratorias impulsadas por el Gobierno ponen en peligro a las víctimas inmigrantes de violencia sexual y de género, que ahora no denuncian sus agresiones por miedo a la deportación.

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