Las etiquetas de los alimentos y su salud

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Se avecinan cambios en las etiquetas de los alimentos que ayudarán al consumidor a entender mejor qué tipo de alimentos deberían restringir.

A partir de 2018 las etiquetas de los alimentos tendrán letras más grandes y negritas en las categorías de: calorías y tamaño de las porciones, una modificación crucial en la lucha contra la obesidad y las enfermedades crónicas. “Se va a proporcionar información nueva al consumidor para que tome decisiones adecuadas en la compra de sus alimentos y seleccione productos saludables que ayudarán a prevenir el problema tan grande que tenemos de obesidad en los Estados Unidos”, señala Conchita Mendoza, especialista en nutrición de Extensión Cooperativa de la Universidad de California.

Las etiquetas son importantes porque proporcionan información de las calorías y los nutrientes que contienen los alimentos procesados como son: grasas, fibra y vitaminas A, C o D. Sin embargo, actualmente se está usando un formato que fue diseñado en 1993 y que  aun no se ha actualizad. Desde entonces la industria alimentaria ha hecho grandes cambios que no se han reflejado en la información nutricional. Por ejemplo, en la actualidad hay algunos alimentos que se venden en paquetes más grandes, pero aún se conserva el viejo formato de las etiquetas de alimentos más pequeños que se vendían en el pasado y que menciona solo la cantidad  de calorías por porción, omitiendo el total de calorías que contiene todo el paquete.

Esto ha creado mucha confusión entre los consumidores y lo que está ocurriendo es que muchas personas se comen o beben todo el paquete o botella del producto en una sola ocasión perjudicando su salud.

Uno de los puntos claves en el cambio de las etiquetas es que se especificará la cantidad de calorías que provienen de los azúcares. Los alimentos contienen dos tipos de azúcar, el “azúcar natural” que forma parte de los alimentos sin procesar, (por ejemplo, las frutas fresca contienen azúcar naturales, lo mismo que la leche y otros alimentos frescos) y el “azúcar agregada”, que es el azúcar que se le añade al alimento al momento de procesarlo.  A la fecha, los fabricantes no mencionan la cantidad de azúcar agregada que contiene un producto, lo cual es una práctica engañosa y las personas podrían estar consumiendo alimentos poco saludables sin darte cuenta.

Por ejemplo, la botella de soda de 20 onzas contiene más azúcar agregada de la que debe consumir una persona en todo un día, pero la etiqueta solo menciona las calorías por porción y no el contenido total por botella que es equivalente a 2.5 porciones. Las calorías de la soda provienen del contenido de azúcar agregada. “El azúcar agregada es la causa principal del problema de obesidad que está relacionada con enfermedades como diabetes, enfermedades cardiovasculares, cáncer e incluso problemas hepáticos por eso es que debemos tener mucho cuidado en cuánta azúcar consumimos,” sostiene Mendoza.

Las nuevas etiquetas de los alimentos presentarán el número de las calorías por azúcar agregada con números grandes para que la gente los pueda ver y entender con facilidad. “Y si tienen muchas calorías son productos que no son buenos para la salud”, enfatiza la experta.

Conocer la cantidad real de calorías que contiene un producto procesado es importante para el cuidado de la salud, y por esta razón los expertos de la UC enseñan en sus talleres de nutrición cómo se debe de leer y analizar el contenido de las etiquetas.

“Las personas deben de entender qué significan esas etiquetas y cuál es la información que deben tener en cuenta y eso es lo que estamos tratando de promover en la UC, dando  la información correcta al consumidor para que la utilice adecuadamente”, sostiene Mendoza.

Según los expertos, para que el consumidor pueda tomar decisiones acertadas, en el cuidado de la salud es crucial que tenga información precisa sobre el tipo de alimentos que consume.

He aquí algunos de los cambios más importantes en la nueva presentación de las etiquetas de los alimentos que entrará en vigor a mediados del 2018:

  1. Mencionará gramos y porcentaje de azúcar agregada. De acuerdo a los expertos, es muy difícil, mantener un límite en el consumo de azúcar cuando el consumidor no sabe con certeza cuánta azúcar se ha agregado a los alimentos procesados como son los jugos “de frutas o ponches”, los cereales, salsas, aderezos y más.

“Ha habido mucha información en este momento de cuáles son las razones del problema de obesidad, y la principal razón es que no seleccionamos alimentos saludables. Estamos consumiendo mucho alimento procesado que contiene mucha azúcar, grasa y sal”, señala Mendoza.

  1. La nueva etiqueta también usará tamaños de porción más realistas y mencionará las calorías con letras más grande y en negritas. Se incluirá información no solo por porción, también por todo el paquete de los productos con más de una porción lo que ayudará a entender mejor el monto total de calorías que contiene todo el paquete.

“Hasta el momento se están usando cantidades no reales que se han usado desde 1993, y los cambios ayudarán a que la gente se dé cuenta de la gran cantidad de azúcares y grasas que se consumen hoy en día”, señala la experta.

  1. Las “calorías de la grasa” se eliminarán porque la investigación ha mostrado que es más importante el tipo de grasa que la cantidad.

Mendoza explica que hay dos tipos de grasas que se deben evitar porque son muy dañinas para la salud: las grasa saturadas y las grasas trans.  “Las grasas saturadas están relacionadas con colesterol que hace daño a las venas y causa enfermedades cardiovasculares e infartos cardiacos y ha causado la muerte a muchos americanos. Las grasas trans, que se producen durante el procesamiento de alimentos, también están relacionadas con problemas de salud.”

La mejor manera de prevenir las enfermedades crónicas es mediante una alimentación saludable a base de verduras, frutas, proteína, lácteos, granos y limitando el consumo de azúcar, grasa y sal.

Los cambios en las etiquetas ayudarán en la lucha contra la prevención de las enfermedades crónicas, pero entrarán en vigor hasta mediados del 2018; sin embargo hay algo que se puede empezar hacer hoy mismo para cuidar la salud. “La mejor solución es que los padres hagan el esfuerzo de preparar sus comidas en casa y así poder controlar las porciones de azúcar y grasa que hay en sus alimentos”, concluye Mendoza.

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