Banderas, trajes y bigotes de Pancho Villa para enfrentar la sombra de Trump

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Trajes tradicionales, corbatines, bigotes del revolucionario Pancho Villa o uñas con la bandera nacional permiten estos días festejar el Día de la Independencia en México como todo un patriota, en un año donde muchos buscan combatir con símbolos la polémica visita de Donald Trump.

Fernando Sánchez lo tiene claro, este año compró un vestido a su nieta, de ocho meses, a quien le piensa inculcar el espíritu mexicano antes incluso de que empiece a andar.

Este regalo a la más pequeña de la casa, como la bandera que desde hace un mes cuelga de su balcón, cobra este 2016 más sentido que nunca.

“Hay que demostrarle al Trompas (Trump) que si no fuera por nosotros, ellos (los estadounidenses) no vivirían bien tampoco allá. Lo que tenemos nosotros es gracias a nuestros esfuerzo y trabajo”, señaló a Efe este hombre de unos 60 años y oriundo del central Estado de México.

El Zócalo de la Ciudad de México es en estos días un hervidero de puestos ambulantes dispuestos a hacer el agosto durante, valga la paradoja, los primeros quince días de septiembre.

“¿A cómo los bigotes?” o “¿De qué talla el traje, reina?”, son solo algunas de las frases que se escuchan en el centro histórico de la capital y acompañan un sinfín objetos que inundan de verde, blanco y rojo las calles.

“Es una ocasión para comprar más. Porque es la noche mexicana y (los clientes) se llevan su vestido, huaraches (calzado tradicional), sombreros de charro”, explica Guadalupe, una risueña vendedora.

Otra comerciante, Marisol Baltasar, presume de tener uno de los puestos más completas del centro en este “mes patrio”. Y razón no le falta porque hasta uñas postizas con los colores de México ofrece, de distintos tamaños y modelos.

“Tengo mucha variedad, desde cosas para niños como para adultos, el corbatín, que es muy comercial, así como trajecitos para que se vistan las niñas”, señala.

La ceremonia anual evoca la arenga lanzada el 16 de septiembre de 1810 por el cura Miguel Hidalgo, quien llamó a los mexicanos a sublevarse contra la autoridad virreinal de la Nueva España, dando inicio a la guerra de Independencia de México.

Con Peña Nieto con un paupérrimo nivel de popularidad y la controvertida visita al país del candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, este Día de la Independencia llega cargado de reproches.

“Peña Nieto la regó (se equivocó) con Trump. Todavía nos pisotea y quiere pisotearnos más, no se vale”, explica Arturo López, quien compró unas simpáticas figuritas que visten trajes regionales para colgarlas en el espejo de su automóvil.

El comerciante Esteban Macario también critica al presidente y el escaso presupuesto que, dice, le dedican este año a la iluminación de la plaza por excelencia del país, otrora un motivo para que mucha gente se acercara a ella y, de paso, se hiciera con varios detalles.

“Así como llegan, se van a casa, decepcionados”, lamenta este joven que reconoce que en un día facturan alrededor de 700 pesos (36,5 dólares).

Pese al frenazo de su negocio, Macario espera con ganas este día “muy especial” que representa las ansias de libertad de la nación.

Un sentimiento agridulce -el de una bonita fiesta que le da exiguos beneficios comerciales- en un momento en el que para muchos mexicanos el presidente ultrajó la nación al reunirse con Trump, quien tildó de “violadores” y “criminales” a los migrantes mexicanos en EE.UU.

Pero en un país acostumbrado a recibir golpes, el pueblo parece tomarse la situación con el humor y la resignación que le caracteriza: “Escuchamos que (Peña Nieto) no va a dar el Grito, pero ojalá sí lo dé para que no venga Donald Trump a darlo”, bromea Mario Alberto.

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